El diputado nacional y presidente del Frente Renovador, Diego Giuliano, analizó el escenario político y económico tras la derrota del oficialismo en la provincia de Buenos Aires y cuestionó la estrategia del presidente Javier Milei, a quien acusó de ignorar el mensaje de las urnas y hablarle únicamente a los mercados.
“En democracia, la urna marca rumbo. Y cuando la urna es tan clara como lo fue en Buenos Aires, lo que corresponde es rectificar. Lo peor que nos está pasando es que el Gobierno no sólo no escucha, sino que promete acelerar el mismo camino”, advirtió en declaraciones a Splendid AM 990.
El dirigente alertó que el modelo actual “lastima a la sociedad y a la malla productiva”, y describió un panorama alarmante en materia industrial y laboral: “Cuando uno ve la industria y el empleo, la situación da escalofríos. Si desaparecen 15.000 pymes, es mucho más grave que perder por 14 puntos en Buenos Aires”.
Giuliano también criticó la lógica del ajuste como bandera de gestión: “Después de las elecciones, el Presidente dijo ‘reconozco la derrota, pero voy a acelerar’. Eso no está en el manual de la democracia. El manual indica que cuando el pueblo marca un rumbo, hay que rectificar”.
En esa línea, denunció lo que llamó un “chantaje electoral” del oficialismo: “Se quiere instalar que si votan a otro, todo será peor. Esa extorsión hay que detectarla y rechazarla. La sociedad soportó dos años de agravios, de pérdida del poder adquisitivo, de vetos a la universidad, a las jubilaciones, a la discapacidad. Y aun así, se expresó pacíficamente en las urnas y en la calle”.
Con vistas a los comicios legislativos del 26 de octubre, Giuliano se mostró confiado en un pronunciamiento ciudadano firme: “Creo que la sociedad va a dar un mensaje claro y contundente. Y eso, lejos de ser negativo, es muy positivo para la democracia. Cuando el pueblo dice con claridad ‘este no es el rumbo’, está defendiendo la institucionalidad y la Constitución”.
Para el exministro, el oficialismo encara un riesgo de colisión política y social: “Un gobierno puede atender reclamos sectoriales, pero si se olvida de la mayoría de la población, no va a ganar una elección. La sociedad ya habló en Buenos Aires, y volverá a hacerlo en octubre. Acelerar en la dirección equivocada solo conduce al choque”.