Donald Trump denunció un “triple sabotaje” tras los incidentes ocurridos en su participación en la Asamblea General de la ONU en Nueva York. Según su relato, sufrió un bloqueo en una escalera mecánica, un apagón del teleprompter y fallas en el sonido. En su red Truth Social calificó los hechos como “muy siniestros” y reclamó arrestos.
Las denuncias de Trump en la ONU
El presidente de Estados Unidos aseguró que los tres episodios fueron parte de un plan en su contra. El martes, junto a Melania Trump, se vio obligado a caminar cuando la escalera mecánica de la sede de la ONU se detuvo de golpe. “Es increíble que no nos cayéramos de bruces sobre esos escalones de acero”, señaló.
Al llegar al estrado, relató que el teleprompter se apagó por completo durante los primeros 15 minutos de su discurso. “La pantalla estaba negra”, escribió en Truth Social. Luego, agregó que los asistentes tuvieron problemas para escuchar sus palabras debido a fallas en el sistema de sonido del auditorio.
Trump insistió en que no se trató de fallos casuales. “Esto fue un triple sabotaje en la ONU. Los responsables deberían ir presos”, dijo en su publicación. Además, afirmó que el Servicio Secreto ya analiza lo sucedido y que pidió conservar las grabaciones de seguridad.
Respuesta de Naciones Unidas
La ONU negó las acusaciones y atribuyó los hechos a errores técnicos. Stephane Dujarric, portavoz de Antonio Guterres, explicó que un camarógrafo de la delegación estadounidense habría activado sin querer el mecanismo de seguridad de la escalera.
Sobre el teleprompter, la organización aclaró que era operado por personal de la Casa Blanca y no por la ONU. En cuanto al sonido, el comunicado no incluyó una explicación específica.
Durante la jornada del martes, Donald Trump había minimizado el episodio, incluso bromeando sobre la escalera mecánica. Sin embargo, al día siguiente endureció el tono y calificó lo ocurrido como una “vergüenza real” para Naciones Unidas.
El presidente estadounidense reclamó que se identifique a los responsables y que haya arrestos inmediatos. “La ONU debería estar avergonzada”, concluyó Donald Trump, dejando abierta una nueva controversia diplomática en medio de la Asamblea General celebrada en Nueva York.
