El presidente de la Agencia Reguladora del Comercio Agropecuario (ARCA), Juan Pazo, reconoció este martes que enfrenta fuertes críticas por parte de los productores rurales luego de que se agotara rápidamente el cupo de exportación de granos sin retenciones, medida que alcanzó un registro de 7.000 millones de dólares en operaciones.
“Me están puteando de a colores”, admitió Pazo en declaraciones radiales, al justificar la decisión oficial como una herramienta para enfrentar la falta de divisas y sostener la estabilidad del tipo de cambio.
El funcionario remarcó que la iniciativa tuvo un carácter excepcional: “La medida que se tomó fue extraordinaria, porque buscó defender la moneda de los argentinos en un contexto de incertidumbre cambiaria”.
En esa línea, envió un mensaje a los productores: “Les recomiendo que hagan valer su producción. Las cerealeras no tienen todo el grano que necesitan para responder a la demanda que generaron estas exportaciones”.
Pazo también advirtió sobre el impacto en la economía: “La lógica es que tenemos que hacer todo lo que esté a nuestro alcance para no tirar a la borda el esfuerzo. Estas decisiones son necesarias para ordenar esta crisis cambiaria”.
Finalmente, subrayó que la situación repercute directamente en el sector agropecuario: “Hoy no solo se paga más, sino que además se tomó una medida de baja de impuestos que es absolutamente extraordinaria. El campo debe entender que estas políticas también lo benefician en medio de la turbulencia económica”.