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POLÍTICA

El Gobierno Nacional dictó la conciliación obligatoria con La Fraternidad y normalizó el servicio de trenes

 

La Fraternidad había determinado que los trenes viajaran a 30 kilómetros por hora, provocando retrasos en seis líneas y afectando a más de un millón de usuarios.

 
CGT

A raíz de dos fallidas negociaciones el gremio ferroviario La Fraternidad, el Gobierno Nacional decidió dictar la conciliación obligatoria y normalizar temporalmente el servicio de trenes en la zona metropolitana de Buenos Aires. El gremio había ordenado limitar la velocidad de los trenes a 30 kilómetros por hora para presionar al Gobierno Nacional a que intervenga por el mal estado de la estructura ferroviaria.

A través de la Secretaría de Trabajo, comandada por Julio Cordero y bajo el ala del Ministerio de Capital Humano, el gobierno de Javier Milei negoció con La Fraternidad en dos oportunidades durante el jueves 25, una reunión por la mañana y otra durante la tarde. Sin embargo, no llegaron a un acuerdo y el Gobierno intimó al sindicato dirigido por Omar Maturano, por lo que el servicio se normalizará por 15 días comenzando el viernes.

Los problemas provocados por La Fraternidad

Según la Secretaría de Trabajo, la medida afectó a «más de un millón de usuarios» que tardaron el doble de tiempo en llegar a sus destinos comparado con un día habitual. En las reuniones participaron además representantes de las empresas Operadora Ferroviaria S.A, Metrovías S.A y Ferrovías S.A Concesionaria.

«Ante lo expuesto por la empresa Trenes Argentinos sobre la inversión en obras y acciones prioritarias y urgentes que contempla en su plan de ejecución, el titular del gremio de trenes La Fraternidad, Omar Maturano, decidió retirarse de la mesa y cortar la negociación de forma intempestiva, abandonando cualquier posibilidad de diálogo y entendimiento», denunciaron desde la cartera de Trabajo.

Entre el miércoles y el jueves, La Fraternidad impulsó un paro en las líneas Roca, Mitre, Belgrano Sur, San Martín, Sarmiento y Urquiza, limitando su velocidad de circulación. El paro técnico provocó alteraciones en los horarios habituales y derivó en una acumulación inusual de personas en los andenes. Ante la baja velocidad del transporte, muchos de sus usuarios reaccionaron bajándose de las formaciones y caminando por las vías.

Desde La Fraternidad denunciaron la ausencia de propuestas en las discusiones salariales, así como bajos ingresos para los trabajadores en distintas líneas y problemas de diagramación e itinerarios, a los cuales tildaron de «desastrosos y sin apertura a sugerencias«.