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POLÍTICA

El peronismo porteño redobla la apuesta tras la victoria bonaerense y va por Javier Milei en octubre

 

La apuesta es reproducir en la Ciudad de Buenos Aires la fórmula que le dio resultado en territorio bonaerense: una campaña territorial y sin actos masivos.

 
Mariano Recalde

El peronismo porteño afina su estrategia electoral después de la contundente victoria en la Provincia de Buenos Aires y prepara un desafío directo al presidente Javier Milei de cara a las legislativas del 26 de octubre. Según señalaron referentes del PJ a TN, la apuesta es reproducir en la Ciudad de Buenos Aires la fórmula que le dio resultado en territorio bonaerense: una campaña territorial, sin actos masivos, con fuerte contraste contra el plan económico del Gobierno nacional y el rol incómodo del PRO en el distrito.

El escenario político cambió tras los comicios del 7 de septiembre. La Libertad Avanza sufrió un duro revés en Buenos Aires y eso fortaleció a Fuerza Patria, que buscará capitalizar el envión en la Ciudad, un distrito históricamente complejo para el peronismo. Mariano Recalde, cabeza de lista al Senado, e Itaí Hagman, primer candidato a diputado, encarnan la ofensiva porteña con un discurso que plantea frenar el ajuste y reforzar el poder del Congreso como contrapeso al Ejecutivo.

En esa línea, la estrategia replica el concepto bonaerense, aunque con una diferencia: mientras en la provincia el foco estuvo puesto en la gestión de intendentes y funcionarios locales, en CABA la centralidad será la polarización con Milei. “Es una elección que ya está polarizada, entre los que quieren ajuste y los que queremos ponerle un freno”, sostuvo uno de los postulantes. La consigna de campaña busca instalar que sin estabilidad económica ni derechos sociales no existe verdadera libertad.

La influencia de Cristina Kirchner y Axel Kicillof

Además, la presencia de dirigentes nacionales no está descartada. La expresidenta Cristina Kirchner podría aparecer a través de mensajes grabados y también se evalúa sumar al gobernador Axel Kicillof, quien quedó posicionado como uno de los principales opositores al Gobierno nacional. La combinación de figuras con peso propio y militancia en el territorio pretende potenciar la llegada al electorado porteño.

Una campaña contra la “motosierra”

La narrativa del PJ porteño gira en torno al rechazo al plan económico de Javier Milei. En declaraciones recientes, Itaí Hagman aseguró que “Milei no es más presidente de la Argentina, hoy el presidente es Donald Trump”. Hizo referencia a la dependencia financiera con Estados Unidos y al anuncio de un nuevo rescate económico. Días atrás había advertido: “Necesitamos un Congreso con más poder para evitar que Milei nos lleve a la hecatombe y privatice empresas estratégicas”.

El contraste con La Libertad Avanza es el eje del mensaje. “Si no llegás a fin de mes, no sos libre. Si necesitás tres trabajos para sobrevivir, no sos libre. Con este plan económico, no sos libre de verdad”, explicaron desde el comando de campaña. La crítica apunta a desarmar la marca política de Milei, construida alrededor de la idea de libertad individual.

Congreso como freno al Ejecutivo

El peronismo porteño también busca instalar la idea de control institucional frente a lo que consideran un Ejecutivo “autoritario”. “Queremos un Congreso que frene vetos, decretos y la negativa del Gobierno a cumplir leyes ya aprobadas, como la Emergencia en Discapacidad”, señalaron desde la dirigencia local. En esa línea, enfatizan que el oficialismo impulsa un ajuste que golpea a jubilados, personas con discapacidad, universidades y provincias.

Recalde y Hagman, la dupla en campaña

Mariano Recalde y Itaí Hagman encabezan una campaña que combina recorridas barriales, contacto directo con vecinos y presencia activa en medios y redes sociales. El objetivo es claro: aprovechar la crisis del PRO en la Ciudad, el desgaste del Gobierno nacional y el envión bonaerense para dar el golpe electoral en un distrito donde el peronismo nunca logró imponerse de manera contundente.

Con el 26 de octubre en el horizonte, el PJ porteño apuesta todo a la polarización y al voto de castigo contra el ajuste. El desafío es grande. Sin embargo, la oportunidad también: trasladar la sorpresa bonaerense a la Ciudad y demostrar que, incluso en el distrito más adverso, la ola opositora a Milei puede convertirse en triunfo.