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ECONOMÍA

El riesgo país se mantiene sobre los 1.100 puntos tras la paliza electoral en Buenos Aires y complica la estrategia financiera del Gobierno

 

Los bonos argentinos apenas rebotaron un 2% luego del derrumbe del lunes, pero el indicador de JP Morgan sigue en su nivel más alto en once meses. El dólar se estabilizó en torno a los $1.425 y el Merval cedió 0,3%.

 
Riesgo país

El cimbronazo electoral en la provincia de Buenos Aires dejó huellas profundas en los mercados financieros. El riesgo país trepó hasta los 1.108 puntos básicos, su mayor nivel en casi un año, reflejando el golpe de confianza que generó la derrota de La Libertad Avanza frente al kirchnerismo por más de 13 puntos de diferencia.

La fuerte caída de los bonos soberanos en dólares el lunes -con desplomes de hasta 12%- dio lugar a un leve rebote técnico este martes del 2,2% en promedio, insuficiente para disipar la tensión. El índice de JP Morgan, que mide el diferencial frente a los bonos del Tesoro estadounidense, volvió a marcar un techo peligroso en medio de dudas crecientes sobre la capacidad de financiamiento externo de la Argentina.

Señales de alerta tras el resultado electoral

Los analistas coinciden en que el resultado de las urnas avivó los temores sobre la capacidad del presidente Javier Milei para profundizar su programa de reformas económicas. “Los activos domésticos intentan un respiro, pero la reacción podría ser apenas táctica si no mejora el escenario político”, advirtió Gustavo Ber, economista del Estudio Ber.

En paralelo, Ignacio Morales, CIO de Wise Capital, señaló que Milei “va a tener que trabajar mucho” y que el rollover de la deuda externa “se hace difícil de imaginar en estas condiciones”. Según su lectura, la reapertura del diálogo con gobernadores tiene más peso político de cara a octubre que capacidad real de mejorar las expectativas financieras en el corto plazo.

Reservas y presión cambiaria

El frente externo también encendió alarmas. Brian Torchia, de Pgk Consultores, detalló que las reservas internacionales cayeron casi USD 2.000 millones en un mes. Específicamente, desde los USD 42.720 millones a principios de agosto hasta USD 40.741 millones al 8 de septiembre. Gran parte de ese retroceso se vinculó a las intervenciones del Tesoro en el mercado cambiario, que consumieron alrededor de USD 500 millones.

Portfolio Personal Inversiones advirtió que entre septiembre y noviembre Argentina enfrenta vencimientos por más de USD 2.100 millones con organismos internacionales y el FMI. Además, gran parte de la liquidez del BCRA corresponde a encajes de depósitos en dólares. Lo que reduce el “poder de fuego” efectivo a apenas USD 5.000 millones.

Impacto en el dólar y la Bolsa

Pese a la presión, el dólar se mantuvo estable. La divisa cerró a $1.425 en el Banco Nación y a $1.416,50 en el mercado mayorista. Es decir, un incremento de $61,50 en apenas dos días, cifra muy superior a la de la semana pasada. El dólar blue se mantuvo en $1.385, la cotización más baja frente a los dólares financieros, que también retrocedieron levemente.

En tanto, el índice S&P Merval retrocedió 0,3% y cerró en 1.728.447 puntos, tras la caída de más del 13% del lunes. Entre las acciones que cotizan en Wall Street (ADR) predominaron las bajas, aunque se destacaron las subas de Pampa Energía (+3,9%) e YPF (+2,8%).

El desafío inmediato del Gobierno

El economista jefe de Grupo SBS, Juan Manuel Franco, subrayó que el Gobierno enfrenta “un contexto de reservas netas negativas”. Y un margen cada vez más limitado para aplicar medidas contractivas sin resentir más la actividad económica. En ese marco, la decisión sobre cómo administrar el tipo de cambio y el programa monetario se vuelve crucial hasta las elecciones nacionales.

El presidente Javier Milei, por su parte, ratificó que no habrá desvíos en el rumbo acordado con el FMI. Equilibrio fiscal, disciplina monetaria y continuidad del esquema de bandas cambiarias. Para el oficialismo, la señal es clara: la inestabilidad actual es consecuencia del resultado electoral y de la resistencia del kirchnerismo a las reformas. Y no de la política económica que logró bajar la inflación y estabilizar la macro en los primeros meses del año.