El Senado convirtió en ley el proyecto conocido como «Ley Nicolás«, destinado a mejorar la atención de los pacientes, garantizar mejores condiciones laborales para los profesionales de la salud y reducir los riesgos de eventos médicos inesperados. La iniciativa fue aprobada por una amplia mayoría de 69 votos contra 1, el de la senadora del PRO Carmen Álvarez Rivero, mientras que se destacó el consenso alcanzado entre distintas bancadas en torno a un tema sensible para la sociedad.
El origen de esta propuesta se remonta a 2017, cuando Nicolás Deanna falleció a los 24 años a raíz de un diagnóstico equivocado que impidió detectar a tiempo la enfermedad que lo aquejaba. Desde entonces, su madre Gabriela Covelli llevó adelante una larga lucha para lograr que se sancione una norma que apunte a evitar nuevas tragedias.
El debate en la Cámara alta se abrió con la intervención de la presidenta de la comisión de Salud, Lucía Corpacci, del Frente Nacional y Popular, quien explicó que el objetivo central de la ley es identificar y corregir las fallas estructurales del sistema. «El objetivo de la ley es trabajar sobre esas fallas, averiguar por qué se producen y modificar eso, el por qué se produce esa falla para que no se vuelvan a repetir», afirmó. La legisladora remarcó que la norma permitirá ejercer un control más riguroso sobre los centros de salud, precisando hasta dónde pueden atender y qué patologías están en condiciones de tratar, con el fin de reducir los casos de mala praxis.
En la misma línea, la senadora Edith Terenzi, de Despierta Chubut, destacó el impulso del radical Fabio Quetlas, autor original del proyecto. “Fue uno de los grandes impulsores de esta ley que le puso alma, vida y corazón”, sostuvo, al tiempo que agradeció el esfuerzo de las familias que, detrás del recuerdo de Nicolás, se unieron para impulsar esta legislación. “No se quedaron en su dolor o se quedaron poco tiempo y tuvieron la fortaleza de seguir adelante y de pelear por otros”, subrayó la legisladora.
Ley Nicolás: los detalles del proyecto
La Ley Nicolás establece la creación de la historia clínica digital encriptada e interoperable, que permitirá centralizar la información médica de los pacientes con mayores estándares de seguridad. Además, dispone certificaciones obligatorias y periódicas para los profesionales de la salud y las instituciones médicas, junto con protocolos de actuación y sistemas de auditoría que garanticen estándares de calidad. También introduce conceptos clave como «incidente», «evento adverso evitable», «acto temerario» y «evento centinela», definido como un hecho potencialmente peligroso e inesperado que ocurre en instituciones de salud.
La norma obliga a las instituciones públicas y privadas a diseñar protocolos de prevención de daños evitables, planes de auditoría y monitoreo de indicadores de seguridad del paciente. Además, crea el Registro Unificado de Eventos Centinela (RUDEC), donde se registrarán todos los casos de este tipo y los resultados de las investigaciones posteriores. Para los impulsores de la ley, se trata de una herramienta indispensable para garantizar que lo ocurrido con Nicolás Deanna no vuelva a repetirse y que cada paciente reciba una atención segura y de calidad.