Por la filtración de audios atribuidos a la secretaria General de Presidencia, Karina Milei, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, denunció la existencia de «una de las operaciones de espionaje ilegal más peligrosas de la historia» y culpó al kirchnerismo del caso que sacudió al Gobierno de Javier Milei.
A través de un video publicado en su cuenta de X, Bullrich enfatizó: «La Casa de Gobierno, la Presidencia y la Cámara de Diputados habrían sido filtradas con grabaciones clandestinas, guardadas en silencio durante más de un año y difundidas ahora, como un misil político en plena campaña electoral«. «No es una mera filtración, es un ataque directo a la democracia argentina. Grabación, tiempo de espera y ejecución en tiempo electoral. Digna de una organización política con fines claros: volver a la Argentina que estamos dejando atrás«, disparó.
En este sentido, la ministra comparó la situación actual con la desaparición de Santiago Maldonado en 2017. «A dos meses de una elección nos inventaron un muerto. pasamos 82 días ante una de las mentiras más grandes que se recuerde de la democracia», remarcó y aseguró que el kirchnerismo «inventó audios, testigos y una historia entera para destruir el gobierno de Mauricio Macri».
«Esos 82 días mancharon el honor de gendarmería, acusaron a inocentes y hasta persiguieron a sus hijos en las escuelas. Fue una de las operaciones más siniestras que vivimos y hoy los mismos de aquella vez están repitiendo el mismo libreto«, agregó.
Más denuncias al peronismo
La ministra acusó a los sectores peronistas de «crear un clima de sospecha, miedo, incertidumbre y operar con inteligencia ilegal y vínculos extranjeros cuando pierden poder». Sin embargo, diferenció la situación actual al considerar que «espiar la Casa Rosada y el Congreso de la Nación es un ataque frontal a la república«. «Los audios difundidos lo confirman, violaron dos poderes del Estado al mismo tiempo. Una gravedad inédita en la democracia argentina y nuestra denuncia lo deja en evidencia»,subrayó.
Para finalizar, Bullrich aseguró que «de confirmarse el delito de espionaje, los responsables van a responder ante la Justicia» y que el Gobierno tomará cartas en el asunto porque considera que «lo más importante es el funcionamiento sin miedo de las instituciones republicanas y la seguridad nacional«.
