El Gobierno nacional reconoció una grave falla de seguridad en miles de pasaportes argentinos y pidió a los ciudadanos que los devuelvan de inmediato para su revisión. Se trata de libretas de la serie AAL, emitidas entre 2021 y 2024, que presentan una tinta defectuosa en sus medidas de seguridad, imperceptible al ojo humano pero detectable en controles migratorios. Según fuentes oficiales, los documentos afectados serían entre 5.000 y 6.000, aunque la numeración en revisión supera los 200 mil ejemplares.
El Registro Nacional de las Personas (RENAPER) informó que los pasaportes comprometidos deberán ser enviados nuevamente a sus oficinas o a los consulados en el exterior. En caso de confirmarse la falla, se procederá a imprimir un nuevo ejemplar sin costo para los titulares. La falla, según explicaron, fue originada por una partida defectuosa de tinta negra de seguridad. La cual es provista por una empresa alemana que trabaja con el organismo hace más de una década.
Críticas y pedido de explicaciones
El escándalo se difundió inicialmente por el periodista Bruno Bimbi, quien reveló que el consulado argentino en San Pablo le advirtió que no utilizara su pasaporte. La denuncia encendió las alarmas en el Congreso, donde los diputados socialistas Esteban Paulón y Mónica Fein presentaron un pedido de informes contra el Gobierno para que el director del RENAPER, Pablo Luis Santos, dé explicaciones.
“La falta de previsión y capacidad de los funcionarios ha generado una situación de enorme gravedad. Sobre todo porque muchos de los afectados son argentinos que residen en el exterior. Y quedan sin documentación, con su derecho a la libre circulación vulnerado”, cuestionó Paulón.
El costo para los ciudadanos
Además de la incertidumbre sobre los plazos de reposición, surgió el malestar por el costo económico. “El pasaporte argentino en Brasil cuesta más de R$ 900, mientras que el español apenas R$ 190. El problema es que ahora muchos quedaron atrapados en trámites interminables”, denunció Bimbi.
Respuesta oficial
Desde la Casa Rosada aseguraron que el problema se resolvió “hace semanas” y que la producción de pasaportes se encuentra normalizada. “Nadie se queda sin documento; en caso de detectarse la falla, se emite un pasaporte de emergencia”, señalaron fuentes oficiales.
Sin embargo, la explicación no frenó las críticas. La oposición exige conocer cuáles son los riesgos reales para los ciudadanos en el exterior. Y qué medidas se adoptarán para evitar nuevas fallas y cuánto demorará la reposición de los pasaportes defectuosos.