El nombre de Faustino Oro ya es sinónimo de revolución en el ajedrez. Con solo 11 años, el prodigio argentino consiguió en Madrid un logro que lo acerca a ser gran maestro, un título reservado para la élite del tablero. Su actuación en el torneo Nave Bellver Insud “Prodigios y Leyendas” lo catapultó a una marca que quedará en la historia.
El joven talento alcanzó su primera norma de gran maestro y, además, rompió un registro único al superar los 2500 puntos de Elo, convirtiéndose en el jugador más joven de todos los tiempos en alcanzar esa puntuación. Con seis puntos tras ocho rondas, lidera el certamen y es candidato firme al título.
El camino hacia ser gran maestro
Para conseguir el rango definitivo se necesitan tres normas oficiales. Oro ya cumplió la primera y va en busca de las dos restantes, con un objetivo adicional que lo llena de ilusión: convertirse en el gran maestro más joven de la historia.
El récord pertenece al estadounidense Abhimanyu Mishra, quien alcanzó la categoría a los 12 años, 4 meses y 25 días. En el caso de Faustino, debería completar el desafío antes del 10 de marzo de 2026 para superarlo y grabar su nombre en los libros del ajedrez mundial.
Una carrera que ya es histórica
Más allá de si logra o no esa marca, el argentino ya es considerado una de las grandes promesas del deporte. “Faustino Oro está en camino de ser uno de los mejores jugadores del mundo”, destacan en el circuito internacional, donde todos lo miran como un fenómeno sin precedentes por su edad y capacidad.
El futuro de Faustino Oro parece escrito con jugadas maestras: su talento precoz y la posibilidad de convertirse en gran maestro con apenas 11 años lo posicionan como un prodigio que ya hizo historia y que promete mucho más en los tableros del mundo.