La idea de un Mundial 2030 con 64 selecciones volvió a ganar fuerza en Nueva York, donde se reunieron Gianni Infantino, Alejandro Domínguez, Claudio Tapia y otras autoridades del fútbol sudamericano. La propuesta, impulsada por la AUF meses atrás, busca transformar la edición del centenario en un evento sin precedentes.
El encuentro se dio mientras crece la expectativa en Argentina, Uruguay y Paraguay, países que ya tienen asegurado al menos un partido inaugural en sus estadios —el Monumental, el Centenario y el nuevo Osvaldo Domínguez Dibb—, pero que ahora sueñan con albergar todos los encuentros de sus respectivas selecciones en la fase de grupos.
La visión de Conmebol
El presidente de la Conmebol fue categórico: “No puede ser una Copa del Mundo normal. Vemos esto como una oportunidad única en 100 años”, expresó Domínguez, quien además adelantó que “dentro de poco vamos a anunciar buenas noticias que van a impactar al mundo”.
El plan contempla un salto histórico en la cantidad de participantes, que pasarían de 48 a 64, algo que modificaría por completo la estructura del torneo más importante del planeta.
El mensaje de Infantino tras la reunión
Infantino compartió en sus redes sociales un balance del encuentro y resaltó la unión de las federaciones sudamericanas: “Hablamos sobre unir al mundo en sus hermosos países durante los partidos de celebración del centenario del Mundial 2030”, señaló.
El presidente de la FIFA también felicitó a las selecciones de la región por sus clasificaciones y destacó: “Fue alentador ver que comparten la misma visión de honrar el legado de nuestro deporte, celebrando el presente e inspirando a las futuras generaciones”.
“Algo muy especial” para 2030
En su cierre, Infantino lanzó un mensaje que alimentó la ilusión de los anfitriones: “Bajo su liderazgo, el fútbol ha experimentado un gran progreso… juntos, nos aseguraremos de que los amantes del fútbol de estas naciones disfruten de algo muy especial en 2030”.
Con este guiño, la FIFA dejó abierta la puerta a un cambio que podría marcar un antes y un después en la historia del Mundial, en el marco de una edición centenaria que promete ser única.
