Con apenas 17 años, el nombre de Can Armando Guner empieza a sonar fuerte en el mundo del fútbol. Figura del Borussia Mönchengladbach, campeón de la Bundesliga Sub-17, este joven delantero nacido en Alemania sorprendió a todos al elegir representar a la Selección Argentina, pese a haber tenido la chance de vestir la camiseta de Alemania y de Turquía. Su historia tiene un condimento especial: su segundo nombre es un homenaje directo a Diego Armando Maradona.
La decisión de aceptar la convocatoria de Diego Placente para el torneo Cotif-La Alcudia en Valencia marcó un antes y un después en su carrera. “Como ya saben, jugué con la selección alemana. Cuando Argentina me invitó, no lo dudé y acepté de inmediato”, explicó en diálogo con Diario Olé, dejando en claro el peso que tuvo la propuesta de la Albiceleste.
Una conexión marcada por la familia
Aunque su madre es alemana y su padre turco, Guner heredó la nacionalidad argentina gracias a su abuela jujeña, que pasó gran parte de su vida en Buenos Aires. Esa raíz fue suficiente para que el juvenil comenzara a sentirse identificado con los colores celeste y blanco. “Asocio mucho el fútbol con Maradona, Messi y ganar Mundiales. Obviamente también el mate”, contó entre risas, reconociendo que incluso adoptó costumbres típicamente argentinas.
El vínculo con Maradona no se quedó solo en el nombre. “Mi papá es un gran fan de Diego, por eso me puso Armando”, confesó el futbolista, que además recibió un saludo inesperado de Claudia Villafañe y de Diego Maradona Jr. tras confirmarse su elección por Argentina. “Mi papá todavía no lo puede creer”, admitió emocionado.
De la Bundesliga al sueño albiceleste
En lo deportivo, Guner ya demostró su talento: fue la gran figura de la final de la Bundesliga Sub-17 ante Leipzig, donde convirtió dos goles y fue elegido MVP del torneo. Su capacidad para jugar por ambas bandas, sumada a su olfato goleador, lo convierten en una pieza prometedora. Sin embargo, el propio jugador reconoce que aún tiene un desafío pendiente: perfeccionar su español. “Cuando esté en Alemania voy a empezar a estudiar”, confesó.
Hasta hace poco, su futuro parecía encaminado con la camiseta alemana, pero el seguimiento constante de los scouts de la AFA en Europa y los contactos con su familia lograron torcer la historia. “Nunca pensé que la Selección Argentina se iba a interesar en mí y me llena de orgullo que me vean como un posible representante del país”, aseguró.
El objetivo inmediato
Su meta ahora es clara: ganarse un lugar en el Mundial Sub-17 de Qatar en noviembre. Lejos de identificarse con algún club argentino, el joven prefiere canalizar toda su energía en la Selección. En su Instagram, donde apenas tiene dos publicaciones, ya aparece con la camiseta de la Albiceleste: una en el Cotif y otra de niño, usando la número 10.
El presente de Guner es la mejor muestra de cómo un lazo familiar, una historia de raíces profundas y un nombre cargado de simbolismo pueden transformar el destino de un futbolista. Argentina ya lo abrazó, y él lo tiene claro: el futuro quiere escribirlo con la celeste y blanca.