Benjamín Vicuña se mostró más reflexivo que nunca al hablar sobre la relación que mantiene con sus hijos. El actor chileno, acostumbrado a compartir parte de su vida en los medios, eligió esta vez enfocarse en el costado más humano de la paternidad y en cómo su vínculo con los chicos fue cambiando con el tiempo.
“Me pasa ahora con hijos que están creciendo que podés tener conversaciones lindas, sinceras, honestas, mirándolos a los ojos, transmitiendo lo que pienso, lo que aprendí de la vida, que no es poco. Yo creo que ahí ese es como mi potencial”, señaló con emoción.
Para Vicuña, el paso de los años le permitió evolucionar en la manera de relacionarse con ellos: “Siempre tuve muy claro que el juego, el apego, los abrazos, eran muy importantes, pero ahora de alguna manera estoy viviendo este upgrade de las conversaciones. No te digo que es algo más intelectual, pero en donde por momentos ya podemos vislumbrar algunas cosas que tienen que ver con otros planos, con lo espiritual, con el control de los afectos, de la afectividad, de las emociones”.
El actor también destacó que ser padre implica una transmisión de valores y aprendizajes: “Aquí hay como una carrera, una posta, que uno va heredando. Como hacían seguramente las tribus, que tenía que ver con la herencia, la tradición oral. Yo no quiero parecer pesado, pero trato de contarles y explicarles todo lo que puedo sobre la vida”.
Con un tono tierno, Benjamín Vicuña reconoció que a veces siente cierta ansiedad: “Quizás soy un poquito ansioso como el personaje de la película y no debería, pero creo que es algo que ya lo empiezo a sentir”.
