El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, salió este domingo a respaldar la condena contra Jair Bolsonaro y rechazó los cuestionamientos de Donald Trump, quien había denunciado una supuesta “caza de brujas” contra el exmandatario. En un artículo publicado en el diario estadounidense New York Times, Lula afirmó que la decisión de la Corte Suprema fue histórica y que “la democracia y la soberanía de Brasil no son negociables”.
Bolsonaro, de 70 años, fue condenado a 27 años de prisión por liderar una organización armada con el objetivo de impedir la asunción de Lula tras las elecciones de 2022. El fallo responsabilizó al exmandatario por instigar la asonada del 8 de enero de 2023 en Brasilia, cuando sus seguidores atacaron las sedes de los tres poderes.
Según el propio Lula, el fallo fue producto de procedimientos realizados “de acuerdo con la Constitución de Brasil de 1988. Y promulgada tras dos décadas de lucha contra una dictadura militar”. En su artículo, el mandatario detalló que las investigaciones revelaron “planes para asesinarme a mí, al vicepresidente y a un juez de la Corte Suprema”.
La trama golpista no se ejecutó por falta de apoyo de la cúpula militar, pero las pruebas recabadas fueron consideradas suficientes para condenar a Bolsonaro. Y que actualmente cumple prisión domiciliaria en Brasilia.
El cruce con Trump
La reacción de Trump no tardó en llegar: calificó de “sorprendente” la condena a Bolsonaro y la comparó con sus propios problemas judiciales tras el asalto al Capitolio en enero de 2021. “Ese proceso realmente se parece a lo que intentaron hacer conmigo”, aseguró.
Lula recogió el guante y contestó desde las páginas del New York Times: “Presidente Trump, seguimos abiertos a negociar cualquier cosa que pueda traer beneficios mutuos. Pero la democracia y la soberanía de Brasil no están sobre la mesa”.
El contrapunto generó tensión diplomática entre ambos países. Trump ya había castigado a Brasil con aranceles del 50% a buena parte de sus productos. Mientras que varios magistrados del Supremo Tribunal Federal brasileño enfrentan sanciones de Washington por su rol en el juicio.
Apelaciones y tensiones internacionales
La defensa de Bolsonaro anunció que apelará el fallo de la Corte Suprema, incluso ante instancias internacionales, alegando persecución política. El exmandatario insiste en que es víctima de una campaña para apartarlo de la vida pública y reafirmó que no instigó la violencia.
Sin embargo, para Lula el proceso es una señal de fortaleza institucional: “Estoy orgulloso de la Corte Suprema de Brasil por su decisión histórica”, enfatizó. La postura del líder izquierdista también busca enviar un mensaje interno en medio de la polarización política brasileña y externo hacia Estados Unidos. Y donde las críticas de Trump sumaron apoyo de dirigentes republicanos.
El secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, anticipó que Washington “responderá en consecuencia” a lo que calificó como una sentencia injusta. El desenlace de este choque diplomático podría marcar un nuevo capítulo en la relación bilateral entre Brasil y Estados Unidos.