En una entrevista con radio Rivadavia, Martín Lousteau sostuvo que la administración de Javier Milei heredó una economía con problemas estructurales, pero no está aplicando medidas que mejoren la gestión estatal. “El kirchnerismo dejó 200% de inflación anual y un Estado que gastaba mal. Este gobierno tomó esa herencia financiera, pero no corrige lo importante: que el Estado funcione bien”, señaló.
Según el senador, la reducción de gastos se aplica de manera indiscriminada. “Hay gastos malos que se cortan igual que los buenos. Y después vemos descontrol en la gestión cuando hay evidencia de sobreprecios o de coimas”, explicó.
Propuestas de gestión inteligente
Lousteau comparó la gestión nacional con la provincial: “Santa Fe compra medicamentos 83% más baratos que el precio de venta al público. También realiza reformas previsionales solidarias y ajusta costos de obra pública. Eso demuestra que se puede resolver el déficit administrando mejor”.
El senador resaltó que la clave no es recortar gastos de forma automática, sino gastar con eficiencia y planificar políticas que prioricen la inversión en sectores estratégicos. “La manera de resolver el problema de Argentina es gestionando mejor el Estado. No veo que eso sea el camino elegido actualmente”, afirmó.
Diálogo y reformas: la prioridad
Además, Lousteau enfatizó la necesidad de debatir reformas estructurales. “Siempre hemos presentado propuestas: trabajé la reforma previsional, la laboral y planteé la necesidad de una reforma tributaria. Lo importante es dialogarlas, debatirlas y encontrar la mejor alternativa, no imponer medidas coercitivas”, indicó.
Para el senador, el gobierno de Javier Milei debe restablecer la comunicación con provincias y Congreso, generando consensos que permitan políticas sostenibles y transparentes. Criticó la concentración en medidas financieras y señaló que la economía real y la gestión pública eficiente no deben quedar en segundo plano.
Perspectiva final
Martín Lousteau concluyó que sin transparencia, eficiencia y diálogo, el déficit persistirá y la confianza en las instituciones seguirá deteriorándose. La recuperación económica requiere equilibrio entre reducción de gastos y inversión inteligente, priorizando siempre el bienestar de los ciudadanos y la estabilidad del Estado.