Fuertísimo fue todo lo que se vivió en Canal Trece, más precisamente en Puro Show, el programa que llevan adelante Pampito y Matías Vázquez. Fue allí donde se la vio a una de las panelistas, Fernanda Iglesias, casi al borde de las lágrimas al hablar de Ángel de Brito después de que se sintiera ninguneada por su exjefe.
Todo arrancó cuando ella quedó afuera de la mesa de los Martín Fierro de LAM, que finalmente ganó como mejor programa de espectáculos. Su enojo fue debido a que ella fue parte el año pasado. «Yo no la hubiese invitado, menos si me lo hubiese pedido. Que me suelte un poco», disparó el conductor.
Después de escucharlo, Fernanda Iglesias salió con los tapones de punta. «¿Por qué a Ángel le gusta hacerme daño? Me hace daño porque ellos me sacaron a mi, me dejaron sin trabajo, que ellos se lo hubiesen criticado a cualquiera. Me dejaron sin trabajo a mi, que estoy separada y tengo dos hijos. Después me bardearon un montón y tuve que salir a defenderme», manifestó.
«Me siguen bardeando, me sigue haciendo daño. Les pregunto a todos: ¿por qué me quieren hacer daño? Ustedes me pusieron la nota y yo ahora reacciono así, bánquensela. Les pregunto porque no lo comprendo. Un día me di cuenta de que no era mi amigo, porque me hacia cosas que no eran de amigos. Yo estoy en un programa, me está yendo bien y en lugar de alegrarse por mí me sigue bardeando. Lo llamé a principio de año para decirle lo que pensaba y ahí estuvo todo bien, pero después siguió con la misma actitud. Así que suelto, como pide él, porque prefiero no tener gente traicionera al lado mío», arremetió.
Muy conmocionada, Fernanda Iglesias fue por más. «Me duele decir esto, me ponen esta nota y aprovecho para decir esto porque no voy al psicólogo, así que me descargo acá. ¿A ustedes les parece que me puede parecer gracioso que una persona que fue amiga mía diga estas cosas de mí? Ángel fue mi amigo y vivimos cosas importantes. Entonces le pido a Ángel De Brito que se alegre por mí, si es una persona de bien, que no me siga bardeando ni ensuciando», lanzó.
«Ya tuve una charla con él, que no pienso volver a tener. No le perdono nada más. Desde que empecé a trabajar trataron de bajarme, de quitarme el precio o de decir que no sirvo para nada. Llega un momento que te cansas. Tengo ganas de ponerme a llorar. Ellos me sacaron y me dejaron sin trabajo, me fui triste y me siguieron bardeando. Acá lo doy todo. Yo fui al cumpleaños de Ángel porque ya habíamos hablado y estaba todo bien, pero después siguió. Ya estoy cansada, no es un juego mediático que te ensucien. Me siento así y por eso lo digo», finalizó.