Eugenia “La China” Suárez, quien vive desde julio en Turquía con sus hijos y Mauro Icardi, volvió a la Argentina este fin de semana contra todo pronóstico. Al llegar, logró esquivar a los periodistas que aguardaban su arribo en el Aeropuerto de Ezeiza, saliendo por un acceso alternativo para no enfrentar preguntas incómodas.
Es de mencionar que se especulaba que sus hijos menores podrían estar arribando al país acompañados de su abuela, Marcela Rivero, madre de Suárez, como parte del convenio legal que mantiene con Benjamín Vicuña, pero no fue así.
Además, vale recordar que el actor ha tenido varias discusiones con su expareja por la escolarización de sus hijos, sin embargo, al no tener una respuesta concreta, su madre, Isabel Luco, viajó desde Chile al país para apoyarlo.
Ahora bien, la actriz de Hilo Rojo llamó la atención de todos al compartir mediante sus redes sociales un collage fotográfico con Agustina Uslenghi, su amiga de la infancia y madrina de su hija Rufina. Sobre la imagen, puso la leyenda “Primera parada” y un emoji de corazón rojo, marcando ese detalle tan íntimo del reencuentro.

La actual pareja de Mauro Icardi también se reunió con su representante y amiga Caro Nolte, quien publicó una selfie junto a ella con un mensaje: “Siempre bienvenida”. Ambos encuentros fueron los primeros gestos públicos de Suárez al volver, contrastando con su silencio previo tras la salida del aeropuerto.

La China Suárez, ¿peleada con la prensa argentina?
Aunque la llegada de La China Suárez a la Argentina generó mucha expectativa mediática; sobre todo por las recientes críticas en torno a la escolarización de sus hijos en Estambul, Suárez optó por mantener discreción y por ahora no se han divulgado declaraciones personales que profundicen en sus decisiones.
El reencuentro con su amiga de la infancia y los gestos tranquilos parecen apostar al gesto simbólico de volver “a lo humano”, luego del ruido mediático. Esa “primera parada” marca que, pese a la polémica, Suárez eligió reconectar primero con sus afectos personales antes que con los flashes. Tal y como era de esperarse, la prensa estalló ya que no les concedió ninguna entrevista tras aterrizar en el Aeropuerto de Ezeiza.