El futuro personal de Novak Djokovic dio un giro inesperado. Tras alcanzar las semifinales del US Open 2025, donde fue eliminado por Carlos Alcaraz, el serbio resolvió mudarse de manera definitiva a Atenas junto a su familia, dejando atrás su residencia en Belgrado en medio de un clima político cargado de tensiones.
El motivo central es la relación rota con el presidente Aleksandar Vucic, en el poder desde 2017, quien lo calificó de “traidor” por haber apoyado las protestas estudiantiles contra su gestión.
Un nuevo comienzo en Atenas
Djokovic iniciará los trámites para obtener el visado dorado griego, un permiso de residencia permanente que se concede a cambio de una fuerte inversión en el país. Para ello, ya mantuvo reuniones con el primer ministro Kyriakos Mitsotakis, la última en agosto, y planea desarrollar allí distintos proyectos deportivos y económicos.
Entre ellos, el traslado del ATP 250 de Belgrado hacia Atenas, donde pasará a disputarse a partir de su inversión, y la apertura de una academia de tenis en la capital. Además, utilizará las instalaciones del club Tatoi, situado en las afueras de la ciudad, como su centro de entrenamiento personal.
Las razones políticas detrás de la mudanza
El conflicto con Vucic se originó cuando el tenista mostró públicamente su apoyo a las marchas estudiantiles en Serbia. Las manifestaciones comenzaron tras el colapso de una marquesina en la estación de trenes de Novi Sad, tragedia que dejó 16 muertos y desató una ola de indignación contra el gobierno.
Djokovic se solidarizó en varias oportunidades: en diciembre habló sobre el accidente, en enero dedicó una victoria a una estudiante atropellada durante una protesta y en marzo compartió en Instagram imágenes de una movilización masiva en Belgrado, escribiendo: “¡Histórico, magnífico!”.
Djokovic, entre la política y el tenis
Aunque su decisión de mudarse responde a motivos políticos, Djokovic también proyecta un futuro ligado al tenis en Grecia. Con 24 títulos de Grand Slam, el máximo ganador de la historia buscará consolidar un nuevo polo de desarrollo en Atenas mientras prepara el tramo final de su carrera.
La salida del país marca un capítulo sensible para Serbia: su mayor ídolo deportivo se marcha en medio de tensiones políticas, dejando en claro que su vida fuera de la cancha también está atravesada por convicciones firmes.