En medio de un nuevo episodio del escándalo por los audios filtrados de Diego Spagnuolo y Karina Milei, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió el pedido de allanamiento a los periodistas y medios de comunicación que difundieron el material. La ministra argumentó que los comunicadores denunciados «forman parte de una operación de inteligencia ilegal contra el Gobierno Nacional».
Durante una entrevista el La Nación+, Bullrich aseguró que los acusados «son operadores» y que cuentan con recursos de Rusia y Venezuela. «Los periodistas son los que están acá, los que confirman la información con tres fuentes, no ellos», subrayó la titular de la cartera de Seguridad. En este sentido, Bullrich sostuvo que el caso tomó relevancia cuando periodistas como Mauro Federico y Jorge Rial, así como el canal de streaming Carnaval, levantaron y compartieron la información.
«No es un problema de contenido, el problema es el hecho de grabar a la secretaria General de la Presidencia en la casa de Gobierno«, expresó la ministra, respaldando la postura oficial del Gobierno. El vocero presidencial Manuel Adorni planteó esto al dar a entender que los audios se grabaron en Casa Rosada.
«Siempre se ha hablado de operaciones de inteligencia, pero ahora se grabó a un funcionario dentro de la sede del Poder Ejecutivo, en Casa Rosada. Esto pone en una situación de indefensión a todos los ciudadano«, planteó la ministra
La actuación de la Justicia
Debido a esto, la Justicia ordenó detener la publicación de estos audios, fallo que fue acompañado por la denuncia y pedidos de allanamiento de Bullrich a periodistas. «Tengo que trabajar junto a la Secretaría de Inteligencia para llegar al fondo de esto. Esta inteligencia ilegal y paralela es lo peor que puede existir: graba a un funcionario y dice que va a ir revelando esa grabación en recortes, como una serie», denunció.
Asimismo, responsabilizó a los comunicadores que compartieron el material en sus programas, acusándolos de «participar de un intento de desestabilización del Gobierno Nacional«. «No son periodistas. Si lo fueran y recibieran esta información, deberían hablar con la fuente, no decir ‘Lo voy a mandar durante 60 días seguidos’ «, agregó. Para cerrar, Bullrich insistió en su postura sobre la injerencia extranjera en el caso, vinculando a los periodistas con «personas ligadas a ex servicios rusos» y la posible participación venezolana.