Matías Alé abrió su corazón y habló como pocas veces de su situación financiera y de cómo perdió la fortuna que supo amasar durante sus años de mayor fama. Con la sinceridad que lo caracteriza, el actor recordó cómo fue estar dos décadas en lo más alto del espectáculo y los errores que lo llevaron a no poder disfrutar de lo que ganó.
“Mucha, mucha. En ese momento estaba de moda la presencia, las conducciones, todo. Estuve veinte años en la cresta de la ola y siempre era hacer teatro y después del teatro grabar y después una publicidad y después tres bolitos. Mi vieja en ese momento laburaba conmigo, yo llegaba a mi casa y traía una bolsa y decía: ´Mamá, toma, ayudame a ordenar´. Tiraba y seguía laburando”, relató.
Con el dinero que ingresaba compraba autos, departamentos e invertía sin parar. Sin embargo, reconoció que le faltó alguien que lo guiara en ese momento de éxito abrumador: “Después, no es que fui desordenado, pero cuando te llega todo tan de golpe y no tenés personas, tal vez, un padre, una persona que te oriente… Si alguien me hubiera ordenado, hoy tendría cuatro o cinco departamentitos, quien te dice, en Miami, o acá, donde sea. Pero no importa, no está mal”.
El golpe más duro llegó con sus problemas de salud mental: “Y después cuando me enfermé también perdí mucho. Fueron ocho años de tal vez hacer laburos que no estaban tan re-remunerados o perder guita en tratamiento, medicina profesional, es un montón”.
Finalmente, el exintegrante de América TV reflexionó sobre lo aprendido y cómo cambió su mirada: “No está más (la fortuna) y además hubo un año que tuve un tema con la AFIP también, porque estaba desordenado en un punto y tuve que acogerme a una moratoria y perdí un montón… No importa, ya lo cumplí, ahora estoy ordenado. Pero también todo eso que me pasó me permite hoy decir: ‘¿Y si me entran diez? Voy a tratar de guardar tres para el día de mañana’”.
