Sincera, directa y sin tapujos. De esta manera fue como se mostró una de las figuras más importantes del mundo del espectáculo de nuestro país, como es el caso de Nazarena Vélez, quien ha sabido ganarse el cariño del público. Esta vez, fue noticia por lo que contó en Intrusos, el programa que llevan adelante Adrián Pallares y Rodrigo Lussich a través de la pantalla de América TV.
Allí, abrió su corazón como nunca antes al hablar de sus hijos. «El Chino le ligó una fea que fue mi pelea con el padre, que fue descarnada en un momento. os llegamos a odiar un montón. Todo ese amor que nos tuvimos en un momento se convirtió en una guerra. El Chino estaba en el medio con seis años», comenzó diciendo.
«Él es muy amoroso, todos mis hijos son muy amorosos. Si hay algo en lo que me siento tranquila es que los crié con mucho amor. Mucho amor. Para mí la base de mi vida es mi familia. Mis hermanos, mis papás siempre fueron muy importantes en mi vida. Mis viejos tienen una fuerza… ellos perdieron una hija, una criatura», aseveró Nazarena Vélez sobre sus padres.
«Siempre para adelante, siempre apoyándose, en la época de las anfetaminas ahí al lado, como si tuviera 10 años y yo tenía 30. Yo me acuerdo de todo. Me acuerdo de mis momentos de sombras, porque la época de las anfetaminas fue dura… pero sí. En un punto siempre fui muy consciente. No se olviden de que yo soy mamá desde los 19. Yo soy una buena mamá», apuntó.
«Yo no me podía hacer la loca. Si yo no tuviera a mis hijos quizás hoy no estaría viva. Viví muchas situaciones. Muchas veces me dicen que soy fuerte, pero no. La mamá es fuerte, la parte materna es fuerte. Desde pendeja… Siempre mirarlos a ellos me sacó de situaciones», dijo la artista sobre su peor momento.
Fue allí cuando Adrián Pallares contó lo que él vivenció. «Yo labura en No somos santas… Gerardo Sofovich venía y me decía ‘esta chica pidió una ambulancia de vuelta’. Yo le decía ‘Gerardo, hay gente que los sábados pide pizza, ella pide ambulancias'», expuso. «Fue una época muy fuerte. Fue la última época en la que yo trabajé con él. Realmente me sentía como el culo, me saltaba el corazón, pero no quería suspender la función. Por guita primero, la tenía dos pibes», sentenció.