El robo a la casa de Carolina “Pampita” Ardohain en Barrio Parque sigue generando repercusión. El violento episodio no solo significó la pérdida de dinero, joyas y documentos, sino que también impactó de lleno en lo emocional. Entre los objetos sustraídos había teléfonos y dispositivos que contenían recuerdos de Blanca, la hija de la modelo fallecida en 2012.
Quien tomó la palabra frente a los medios fue Guillermo Ardohain, hermano de Pampita, que ofició de vocero de la familia. Desde la puerta de la residencia ubicada sobre la calle Juez Tedín, cuyo fondo da a las vías del ferrocarril Mitre, hizo un desesperado pedido: “Se llevaron cosas que tienen un valor afectivo, que ya va más allá de lo material”, aseguró conmovido.
El odontólogo explicó que lo más doloroso no es la pérdida económica, sino lo sentimental. “Son unos celulares o cosas que Caro conserva hace mucho tiempo, donde hay material de mi sobrina Blanquita, fotos, recuerdos. Son cosas que para los ladrones no sirven de nada, pero para nosotros significan todo”, expresó.
Ante esta situación, Guillermo fue contundente: “Nosotros podemos ofrecer una recompensa”. Con esas palabras apeló a la posibilidad de que algún alma generosa o incluso los mismos delincuentes puedan devolver lo que realmente importa.
Más allá del dolor, también se permitió valorar lo positivo dentro de la desgracia: “Lo importante es que no estaban los chicos. A veces hay que pensar en eso, porque podría haber sido mucho peor”.
Pampita se enteró al regresar de España
El hermano de la modelo también reveló que Pampita se enteró del robo apenas llegó de su viaje a España. Sin previo aviso, se topó con la amarga sorpresa al ingresar a su hogar. Según trascendió, los delincuentes habrían actuado entre la noche del viernes y la madrugada del sábado, aprovechando que la casa estaba vacía.
La noticia del asalto no solo impactó en el círculo íntimo, sino también en la opinión pública. Pampita, reconocida por mantener siempre un perfil activo en los medios, atraviesa ahora un momento de angustia. Tanto ella como su familia insisten en que lo único que desean recuperar son los dispositivos con las fotos y recuerdos de Blanca, objetos irremplazables y de enorme valor afectivo.
La investigación sigue en curso, pero el mensaje de los Ardohain fue claro: lo material puede reponerse, lo sentimental no.
