El Banco Central reinstaló la llamada “restricción cruzada” sobre la compra y venta de dólares. Aunque el objetivo declarado fue evitar ganancias rápidas mediante el arbitraje cambiario, la medida ya provocó un aumento de la brecha y tendrá impacto en el mercado bursátil.
La norma, anunciada el viernes, establece que quienes compren dólares en el mercado oficial no podrán usarlos para adquirir bonos o acciones que se liquiden en moneda extranjera durante un plazo de 90 días. En la práctica, esto afecta el acceso al dólar MEP y al contado con liquidación, dos mecanismos habituales para dolarizar carteras a través de la Bolsa.
Según el BCRA, la decisión busca bloquear el “rulo” que apareció tras la baja del dólar oficial el lunes pasado, generada por la liquidación del agro bajo el esquema de retenciones cero y por la asistencia financiera anunciada por Estados Unidos.
Efecto inmediato sobre la brecha cambiaria
El impacto no tardó en verse en el mercado. El viernes el tipo de cambio mayorista cerró en $1.326, mientras que el contado con liqui lo hizo en torno a $1.470. Así, la brecha cambiaria volvió al 10%, el nivel más alto desde la salida del cepo el 14 de abril.
Para la consultora LCG, la medida revela que el Gobierno priorizó mantener controlado el dólar oficial aunque eso implique un ensanchamiento de la brecha. El economista Fernando Marull lo sintetizó en redes sociales: “Si vuelve la brecha, vuelven los rulos. El exportador liquida menos. El importador cancela más. Porque así es hace 50 años”.
El rol de las liquidaciones del agro
Las cerealeras declararon exportaciones por USD 7.000 millones, de los cuales deben liquidar el 90% en tres días hábiles. Hasta el viernes, quedaban por ingresar alrededor de USD 3.000 millones, lo que explica el fuerte flujo de divisas que presionó a la baja el tipo de cambio oficial.
En este contexto, el Tesoro aprovechó para acumular reservas: el viernes adquirió USD 1.350 millones, según estimaciones privadas. Para la consultora Outlier, el esquema le permite al Gobierno “comprar fuerte durante la ventana de altas liquidaciones y, luego, mantener acotada la demanda en un período electoral marcado por la incertidumbre”.
Consecuencias para inversores y ahorristas
El otro efecto colateral recae sobre quienes usan los dólares oficiales para invertir en la Bolsa. La nueva regla impide que se destinen a la compra de títulos públicos, acciones o obligaciones negociables que se paguen en dólares, salvo en el caso de suscripciones a cuotapartes de fondos comunes de inversión.
El especialista Nahuel Barnues explicó que “los dólares adquiridos en el mercado oficial deberán quedar inmovilizados al menos 90 días si se pretende usarlos en el mercado de capitales. En otras palabras, los bonos y acciones podrán comprarse con pesos, pero no con las divisas oficiales”.
Riesgos para la inflación y la actividad
Los analistas advierten que el regreso de la brecha puede tener repercusiones negativas en los precios internos. Una brecha más alta suele desalentar exportaciones, encarecer importaciones y, en definitiva, trasladarse a la inflación.
La medida del Banco Central busca blindar las reservas en la previa de las elecciones legislativas de octubre. No obstante, al costo de reinstalar distorsiones en el mercado financiero y cambiario.