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DEPORTES

Robinho debutó como DT en prisión y dirige a un insólito equipo de reclusos: privilegio de…»

El ex delantero sorprendió con un nuevo capítulo en su vida.

Robinho
Foto de @ACMilan

El presente de Robinho dista mucho de lo que se imaginaba cuando apareció como una de las grandes promesas del fútbol brasileño. El ex jugador de Real Madrid, Milan y Santos, que alguna vez fue señalado como heredero de Pelé, hoy cumple una condena en Brasil. En ese contexto, decidió dar un giro inesperado a su vida: comenzó su carrera como entrenador dentro de la cárcel.

El delantero, que en 2013 fue denunciado por abuso a una joven albanesa de 22 años, recibió en 2024 una condena de ocho años de prisión que cumple en la cárcel rural de Tremembé, a las afueras de San Pablo. Allí, lejos de los flashes y la fama, intenta mantenerse activo a través del deporte, aunque desde un rol completamente diferente.

El nuevo rol de Robinho en la cárcel

En el penal, Robinho encontró la manera de volver a vincularse con el fútbol. A los 41 años, aceptó dirigir al Tremembé Esporte Clube, un equipo conformado por internos que, al igual que él, cumplen condena por delitos de abuso. El conjunto disputa partidos informales contra otros grupos de detenidos y se convirtió en el pasatiempo más llamativo del lugar.

La noticia rápidamente generó repercusión, no solo por el nombre que carga Robinho, sino también por lo insólito de la situación. Un periodista brasileño lo describió con ironía: “Piensa en el privilegio de estar en una cárcel, te gusta el fútbol y eres entrenado por un crack como Robinho”, señaló Ulisses Campbell, destacando el contraste entre su pasado de estrella internacional y su presente tras las rejas.

Más actividades detrás de los muros

Además de su faceta como DT, el ex futbolista participa en un club de lectura, y se capacitó en tecnología para reparar televisores y radios. Todo esto como parte de los programas de reinserción. El objetivo, según se conoció, es aprovechar su tiempo en prisión en distintas actividades que le permitan mantenerse ocupado y con cierto orden en la rutina diaria.

La creación de equipos dentro del penal responde a una dinámica común: cada grupo de internos se organiza según los delitos cometidos. Y en ese sentido, Robinho quedó a cargo del plantel integrado por quienes enfrentan causas similares a la suya. En ese espacio, intenta replicar conceptos futbolísticos y mantener un espíritu competitivo, aunque en un escenario totalmente alejado de lo profesional.

Un futuro marcado por la condena

Mientras tanto, la expectativa sobre su futuro deportivo es prácticamente nula. Robinho deberá cumplir con la totalidad de la pena antes de pensar en proyectos fuera de la cárcel. Sin embargo, su caso refleja cómo los deportistas de élite, incluso aquellos que alcanzaron la cima, pueden terminar en destinos tan impensados como dirigir un equipo en prisión.

Por ahora, su nombre vuelve a ser noticia, pero no por goles ni títulos, sino por un presente insólito que mezcla fútbol, castigo y la inevitable carga de su condena.