El caso de Ian Subiabre mantiene en vilo a River. Desde hace semanas, el club intenta cerrar la renovación del juvenil, pero las charlas con su entorno se empantanaron por la exigencia de una cláusula de salida que generó un fuerte tironeo con la dirigencia.
El Millonario, tras la partida de Franco Mastantuono por 45 millones de euros, decidió que todos los nuevos contratos incluyan un blindaje de 100 millones de euros. Más de diez futbolistas ya aceptaron esta condición, pero Subiabre y sus representantes se resisten, temiendo que ese número complique una futura transferencia.
El representante que complicó todo
Según reveló Hernán Castillo en su programa Love Stream, el conflicto se agravó por la intervención de Claudio Caniggia, representante del juvenil. “La realidad es que Caniggia empiojó todo. Pareciera que no es un tipo del fútbol. Él sabe que Subiabre no vale 100 millones y que lo de la cláusula es una cuestión simbólica”, afirmó el periodista.
Castillo agregó incluso que, más allá de versiones que hablan de interés de clubes como Chelsea o Barcelona, al club de Núñez “no llegó ninguna oferta formal membretada”.
La postura de River y lo que viene
Pese a la tensión, en River confían en que la situación se resolverá pronto. La idea es que Subiabre firme la extensión de su contrato y acepte la cláusula de 100 millones de euros, entendida más como un blindaje político que como un valor real de mercado.
“Supongamos que mañana llega una oferta por 20 millones, River lo vende enseguida”, explicó Castillo, dejando en claro que la cláusula no es un impedimento absoluto para una futura venta.
Un desenlace cercano
Todo indica que, pese a los roces, la negociación llegará a buen puerto en las próximas horas. La presión de la dirigencia, sumada al deseo del club de mantener a una de sus grandes promesas, obligará a un acuerdo que ponga fin al conflicto.
El caso Subiabre expone cómo River busca blindar a sus joyas y, al mismo tiempo, cómo los representantes pueden complicar una negociación que parecía resuelta.