Hace más de 30 años se lanzó al mercado The Gaming Club, el cual ostenta el título del primer sitio de casino online a nivel mundial. La empresa Microgaming, que se instaló el mismo año, fue la encargada de su desarrollo. Por supuesto, los juegos que ofrecía el sitio pueden parecer hoy muy rudimentarios y elementales comparados a los sofisticados títulos que pueden verse actualmente. No obstante, supuso un punto de inflexión al inaugurar y sentar jurisprudencia a uno de los sectores de la economía con mayor crecimiento.

Aunque pueda sorprender, en la actualidad sigue activo. No obstante, la plataforma ha cambiado de manera notable. Durante los primeros años, The Gaming Club ofrecía a sus usuarios la ocasión de experimentar en el blackjack, la ruleta y máquinas tragamonedas. Desde luego, se trataba de interfaces muy elementales y juegos relativamente sencillos.
Por otro lado, las conexiones a Internet durante la década de los noventa no se caracterizaban por su rapidez. Ello se traducía en descargas largas y delays en el propio juego (lo que hoy se conoce como lagging). En la actualidad, este casino online cuenta con un catálogo de más de 500 juegos con distintas funcionalidades y sistemas de promociones.
Entre las actualizaciones que instauró The Gaming Club destacan un sistema de lealtad mediante créditos de bonificación y una interfaz de usuario que se adapta a distintas pantallas de dispositivos móviles. En suma, aquel primer casino online no tenía mucho en común con los casinos de la actualidad, pero fue pionero en la industria y configuró el comienzo de una nueva era del entretenimiento.
Los desafíos de la década del noventa
Más allá de las dificultades técnicas, un aspecto crucial para el desarrollo de los casinos online se centró en el sistema de pagos. En concreto, sucedió que los juegos se adelantaron a la difusión de sistemas de pago que pudieran operar en ellos de manera frecuente.

Basta con imaginar el impacto que supuso el acceso a Internet en los noventa y principios del 2000 para suponer la desconfianza que significaría realizar una transferencia de dinero a través de la web. Se trataba, en efecto, de todo un desafío para los primeros casinos online. Prácticamente nadie se atrevía a cargar los datos de una tarjeta de crédito en una página de Internet. Un marcado contraste respecto a la situación actual, en la que todos los días se hacen compras por miles de dólares con apenas un clic.
El desarrollo vio sus inicios con apenas unos pocos pioneros. Un ejemplo fundamental es Confinity. Se trataba de una empresa fundada por cuatro emprendedores? en el año 1998. Dos años después, Confinity terminó fusionándose con X.com, una compañía financiera en línea fundada por un conocido de la industria: Elon Musk. Luego de aquella fusión, recibió el nombre con el se la conoce hasta el día de hoy: PayPal.
Mediante una feroz campaña publicitaria que incluía crédito en dólares de regalo a cambio del registro, PayPal experimentó un crecimiento desmesurado. De ese modo, las personas sintieron mayor seguridad para afrontar gastos usando los dólares que la plataforma les hubo concedido. De manera paulatina, las transacciones en línea fueron ganando adeptos. Muchos de los primeros casinos realizaban sus operaciones mediante PayPal como forma exclusiva de pago. En la actualidad, como sabemos, la mayor parte de los pagos se realizan a través de dispositivos, tales como teléfonos móviles e incluso relojes digitales. Aún más, son muchas las personas que empiezan a hacer transacciones con criptomonedas.