En medio de un contexto de creciente volatilidad financiera y de aumento de la brecha cambiaria, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) decidió endurecer nuevamente el cepo al dólar para las personas físicas. A través de la comunicación «A» 8336, la autoridad monetaria dispuso la reactivación de la llamada restricción cruzada que impide a quienes accedan al dólar oficial en el mercado único de cambios comprar dólares en la Bolsa durante un plazo de noventa días.
La medida entrará en vigencia a partir de este viernes y ya generó repercusiones entre analistas económicos y actores del mercado financiero, que interpretan la decisión como una señal de alarma frente a la presión cambiaria. La restricción cruzada para individuos había sido eliminada el pasado 14 de abril, cuando el Gobierno había anunciado el levantamiento del cepo para las personas físicas, en un intento de enviar una señal de normalización.
Sin embargo, la limitación se mantenía para las empresas y, más recientemente, había sido repuesta específicamente para los directivos de compañías. Con la nueva resolución, el Banco Central busca frenar maniobras de arbitraje que, según fuentes oficiales, estaban impactando negativamente en las reservas. «Se reactiva la restricción cruzada para evitar que quienes compren dólar oficial lo revendan en la Bolsa obteniendo una ganancia inmediata, con el consiguiente perjuicio para el balance del BCRA», explicaron desde el organismo monetario al fundamentar la decisión.
La nueva medida en la práctica
En términos prácticos, la norma afecta la operatoria simultánea entre el dólar oficial (cuya cotización este viernes alcanzó los $1350 en Banco Nación) y el dólar MEP, que se negoció en torno a los $1398,30. Esa diferencia de casi cincuenta pesos abrió la posibilidad de una ganancia rápida para quienes podían adquirir billetes al tipo de cambio más bajo y venderlos de inmediato en el circuito financiero.
«Mientras no hay brecha entre los precios, la restricción cruzada no tiene sentido. Pero en las últimas semanas la distancia entre cotizaciones volvió a estirarse y había riesgo de arbitrajes masivos», explicaron fuentes vinculadas al mercado a TN.
La gestión de Javier Milei había hecho de la eliminación del cepo una de sus banderas más visibles, presentada como paso fundamental hacia la libertad cambiaria y la transparencia de los mercados. Sin embargo, la necesidad de reimplantar mecanismos de control genera tensiones con ese discurso y expone la fragilidad de las reservas internacionales. Analistas advierten que, aunque la restricción busca ganar tiempo, podría resentir la confianza de quienes esperaban un sendero de liberalización más consistente.