Impacto generó la conferencia de Xabi Alonso tras el triunfo del Real Madrid frente al Espanyol en el Santiago Bernabéu. El DT se refirió al presente de Franco Mastantuono, quien volvió a ser titular y completó su quinto encuentro en LaLiga bajo sus órdenes. La frase que soltó sobre su futuro no pasó desapercibida.
El juvenil argentino, que llegó procedente de River, estuvo en cancha hasta los 77 minutos, cuando fue reemplazado por Brahim Díaz. Más allá de que aún no suma goles ni asistencias, sus estadísticas fueron llamativas: ganó 12 duelos, completó 6 gambetas exitosas y fue el jugador que más faltas recibió en el partido (3).
En conferencia, Alonso valoró lo hecho por el futbolista nacido en Azul, aunque fue claro con sus expectativas: “En la posición que juega, necesitamos un jugador que pueda asociarse y tener verticalidad. Mientras rinda, va a jugar”. Un mensaje que combina confianza con exigencia hacia el joven de 17 años.
Ansiedad por el primer gol
El técnico de 43 años también se refirió a la búsqueda del argentino por marcar su primer tanto con la camiseta blanca: “Sé que tiene ganas de ese gol, pero si nos lleva un poco más de tiempo, deberemos esperar. Todo llegará pronto”, señaló con contundencia. Sus palabras dejaron en claro que el proceso de adaptación sigue en marcha.
Mastantuono no será parte del Mundial Sub-20 de Chile, por lo que su foco estará puesto de lleno en consolidarse en el plantel merengue. La confianza del DT parece estar, aunque el objetivo de cara al futuro inmediato es que logre sumar protagonismo en el área rival.
Los números que ilusionan
Más allá de la falta de gol, el argentino mostró una alta efectividad en sus pases (40 de 45, con un 89% de precisión) y creó 1 gran ocasión de peligro. Intentó 9 regates y concretó 6, además de intervenir en 70 toques de balón. La intensidad defensiva también se reflejó en los 20 duelos disputados, de los cuales ganó 12.
Con estos registros, Mastantuono ratifica que su aporte va más allá de la definición. Para Xabi Alonso, el desafío es transformarlo en una pieza cada vez más determinante. Y mientras tanto, el propio jugador vive con ansiedad la espera de ese primer grito que lo consolide en el corazón del Bernabéu.
