Un vuelo de Flybondi que debía partir de Ezeiza hacia Salta se demoró por una amenaza de bomba. Un pasajero gritó “bomba” minutos antes del despegue. La Policía de Seguridad Aeroportuaria intervino de inmediato y evacuó a todos los pasajeros. Según confirmó la compañía a La Nación, el vuelo salió con retraso.
El incidente en la pista de Ezeiza
El episodio ocurrió este jueves por la tarde en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. El vuelo FO5164 de Flybondi debía despegar a las 15 horas rumbo a Salta. Sin embargo, la situación cambió cuando un pasajero se levantó de su asiento y gritó “bomba”.
La tripulación escuchó el grito y dio aviso a la torre de control. En ese momento, se activó el protocolo de seguridad que maneja la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Los oficiales se dirigieron a la aeronave y ordenaron un operativo especial.
El avión fue apartado a la posición ZULU 1, una zona cercana al sector de bomberos del aeropuerto. En ese lugar, los pasajeros descendieron en forma ordenada y bajo supervisión policial. Ninguno de ellos sufrió lesiones ni incidentes.
La reacción de Flybondi y el operativo de la PSA
Flybondi explicó que la decisión de desembarcar a todos los pasajeros respondió a las normas de seguridad internacional. “Todos descendieron sin inconvenientes y seguimos los protocolos previstos”, aclaró la compañía en un comunicado. Además, remarcó que la información sobre el pasajero involucrado será comunicada por las autoridades.
La PSA realizó una revisión completa de la aeronave LV-HKN y de los equipajes. Los efectivos inspeccionaron cada asiento y cada bodega en busca de explosivos. Después de varias horas de control, confirmaron que no había ningún artefacto.
Reprogramación del vuelo y situación del pasajero
Una vez que la aeronave quedó liberada, Flybondi inició un nuevo embarque. Según la empresa, el vuelo despegó a las 19 horas, cuatro horas después de lo previsto.
El pasajero que gritó “bomba” quedó detenido por la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Fuentes judiciales indicaron que podría enfrentar cargos por intimidación pública, una figura prevista en el Código Penal argentino.
El incidente causó temor y generó demoras, pero no pasó a mayores. Gracias a la rápida acción de la tripulación, la aerolínea y la PSA, el avión pudo continuar con su viaje. El episodio dejó en claro la importancia de los protocolos y el impacto que una falsa alarma puede generar en la actividad aérea.