Durante el último mes, el sector bancario argentino se convirtió en el termómetro más sensible de la incertidumbre política. La proximidad de las elecciones legislativas de medio término provocó un escenario de alta volatilidad, con caídas abruptas, compras especulativas y una marcada preferencia por activos dolarizados.
La atención del mercado se centró en el futuro de las reformas estructurales del gobierno de Javier Milei, que dependen del resultado electoral. La expectativa de un Congreso fragmentado y la posibilidad de que el oficialismo pierda capacidad de negociación dispararon el riesgo país por encima de los 1.000 puntos, mientras el Merval en dólares acumula una baja superior al 44% en lo que va del año. Las acciones bancarias fueron las más golpeadas, reflejando la fragilidad del contexto.
En el plano local, informó NA, la performance de los bancos mostró fuertes contrastes. Banco Galicia y Banco Macro alternaron pérdidas con leves repuntes, sostenidos por operaciones de cobertura antes de los comicios. En cambio, entidades medianas como Banco Patagonia (+14,9%) y Banco Hipotecario (+13,4%) registraron mejoras destacadas, ubicándose entre los papeles más rentables del mes junto a San Miguel e Inversora Juramento. Este comportamiento se explica por la especulación previa a las elecciones y por un repunte moderado del crédito corporativo.
Desde el exterior, JP Morgan analizó que el mercado argentino atraviesa un período de “debilidad por incertidumbre electoral”, aunque reconoció asimetrías atractivas para la inversión si el oficialismo logra estabilidad legislativa. El informe proyecta que Milei podría alcanzar el 35% de los votos y superar los 86 diputados, lo que reduciría parte del nerviosismo financiero. No obstante, el banco advirtió que la depreciación del peso —que ya ronda el 10% anual— y la falta de liquidez global limitan cualquier rebote sostenido.
En el frente doméstico, la suba de tasas de interés también condiciona al sistema financiero: el Banco Nación ofrece rendimientos del 44% anual y Galicia del 41%, encareciendo el crédito y afectando la demanda. Las hipotecas se desplomaron y las operaciones crediticias se frenaron por el temor a una nueva devaluación.
Con el voto a días, el futuro del sector bancario dependerá del resultado electoral. Si Milei logra fortalecer su base legislativa, el mercado anticipa una recuperación gradual respaldada por la apertura cambiaria y la normalización de tasas. Pero si el escenario se complica, podría llegar una nueva ola de ventas, dejando a los bancos —una vez más— en el centro de la tormenta económica y política argentina.
