Julieta Poggio está viviendo uno de los momentos más importantes de su carrera. La actriz y modelo que se ganó al público durante su paso por Gran Hermano 2022 viajó a Hollywood para promocionar una serie y conocer desde adentro el universo donde se fabrican las historias que marcaron generaciones enteras. Con un imponente vestido verde esmeralda diseñado por Verónica de la Canal, Juli recorrió los estudios como una verdadera estrella en ascenso, entre escenografías icónicas y esa mística cinematográfica que solo existe allí, donde todo parece posible.
Los detalles del viaje de Julieta Poggio
De regreso a Buenos Aires, la influencer compartió detalles de su experiencia en el programa Rumis, donde sus compañeros la recibieron con un juego que terminó revelando más de lo esperado. Entre risas y anécdotas del viaje, Poggio dejó en claro que su sueño es protagonizar una comedia romántica y que no tendría problemas en cambiar de look para un papel, a excepción de una cosa: no se raparía. La mención del personaje Eleven de Stranger Things la hizo titubear, pero se mantuvo firme: “Cualquier cambio, menos eso”.
Sin embargo, el momento que encendió las redes surgió cuando le preguntaron con qué actor le gustaría protagonizar un beso cinematográfico. La respuesta llegó sin dudar: Ashton Kutcher. El galán de películas como No Strings Attached y What Happens in Vegas, y actual pareja de Mila Kunis, fue elegido como su “crush artístico”. Declaración directa, sin rodeos. Y la frase no tardó en explotar en redes, donde sus seguidores empezaron a fantasear con una película que todavía no existe, pero que Poggio ya imagina.
Durante el intercambio, también confesó que si tuviera que asistir a los premios Oscar elegiría un diseño Chanel y que si se mudara a Hollywood llevaría consigo a su amigo Lizardo Ponce. Pero lo que más extrañaría de Buenos Aires sería “la joda”: “Allá termina todo demasiado temprano. Acá la noche tiene alma”, aseguró.
Y como si le faltara un cierre cinematográfico, Juli reveló qué título tendría una película sobre su vida: “Demasiado hermosa para ser un secreto”. Sus compañeros celebraron esa frase con una estrella simbólica en el piso, simulando el Paseo de la Fama. Poggio sonrió, posó sobre su “estrella” y dejó una imagen que pareciera una promesa.
