Donald Trump y Xi Jinping se reunirán este jueves en Busan, Corea del Sur, en lo que será el punto más alto de la gira asiática del presidente estadounidense. La cumbre apunta a negociar una tregua comercial tras meses de tensiones por los aranceles y las restricciones a las exportaciones.
Un encuentro clave en medio de la tensión
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su par chino, Xi Jinping, mantendrán una reunión decisiva para intentar estabilizar las relaciones económicas y políticas entre ambos países. El encuentro llega tras meses de escalada arancelaria y medidas recíprocas que afectaron el comercio global.
En los días previos, Trump moderó su discurso y adelantó que podría reducir los impuestos a las importaciones chinas. “Espero disminuir esas tasas porque confío en que ellos nos ayudarán con el fentanilo”, dijo antes de viajar a Corea del Sur
Acuerdos preliminares y señales de distensión
La reunión bilateral se produce tras un acuerdo preliminar alcanzado en Kuala Lumpur, que permitió evitar la imposición de un arancel del 100% sobre productos chinos. Según el secretario del Tesoro, Scott Bessent, se logró “un marco muy exitoso” para continuar el diálogo y reducir el riesgo de un nuevo conflicto comercial.
Trump también aprovechó su gira asiática para cerrar acuerdos con Malasia, Japón y Corea del Sur. El objetivo es fortalecer la cooperación económica e incentivar inversiones asiáticas en Estados Unidos a cambio de evitar subas arancelarias.
Expectativa del mercado y contexto regional
Los mercados financieros reaccionaron positivamente a la expectativa de un entendimiento. Las bolsas estadounidenses registraron avances moderados ante la posibilidad de que no se apliquen nuevos impuestos ni se agraven las restricciones al comercio bilateral.
“Ambos lados buscan manejabilidad, calibrando la cooperación suficiente para evitar una crisis, aunque la rivalidad de fondo siga ahí”, explicó Craig Singleton, especialista en relaciones sino-estadounidenses.
Rivalidad y temas sensibles en la agenda
Aunque el foco estará en la agenda económica, persisten temas sensibles. Washington y Beijing mantienen diferencias sobre inteligencia artificial, Ucrania y Taiwán. Sin embargo, Trump ya adelantó que el tema taiwanés no estará en la mesa de Busan, una señal para evitar tensiones adicionales.
Tras la cumbre, Trump regresará a Washington, mientras Xi Jinping continuará en Corea del Sur para participar en reuniones con otros líderes regionales en el marco de la cumbre de APEC.
Perspectivas para después del encuentro
Analistas advierten que, aunque la reunión podría marcar un respiro en la guerra comercial, las tensiones estructurales entre Estados Unidos y China seguirán presentes. Beijing busca reforzar su imagen de socio confiable en el Pacífico, mientras Washington intenta mantener su liderazgo económico y político en la región.
