La Canasta Básica del Jubilado volvió a exponer la crítica situación que atraviesan los adultos mayores en la Argentina. Según un relevamiento de la Defensoría de la Tercera Edad, el costo de vida para este sector alcanzó en septiembre los $1.514.074, lo que representa un incremento del 26,12% en apenas seis meses.
Según informó NA, se detalla que los mayores gastos corresponden a medicamentos, que absorben el 27% de la canasta con un valor de $402.880, y a alimentos, que representan el 23% con $348.000. A estos se suman los costos de vivienda ($294.000) y limpieza ($107.444), entre otros rubros que componen el gasto mensual promedio de una persona jubilada.
La medición se realizó en distintos centros urbanos del país, principalmente en Ciudad de Buenos Aires, el conurbano bonaerense, Rosario, Córdoba y Mendoza, lugares con alta concentración de adultos mayores. Para la Defensoría, las cifras confirman “una historia que se repite”, en la que los jubilados enfrentan un escenario de creciente precariedad y miseria estructural.
El contraste más alarmante se da entre los valores de la canasta y los ingresos actuales: mientras que el costo de vida supera el millón y medio de pesos, la jubilación mínima apenas llega a $390.214 con bono incluido, cifra que perciben alrededor de 4,5 millones de personas. La brecha también golpea a los beneficiarios de la Pensión Universal para Adultos Mayores (PUAM) y de pensiones no contributivas, que en septiembre cobraron $326.222 con bono.
De esta manera, el estudio vuelve a poner en el centro del debate la pérdida del poder adquisitivo de los jubilados frente a la inflación, la devaluación y los aumentos en medicamentos y alimentos, dos rubros esenciales que continúan escalando y empujan a miles de personas mayores a una situación límite.