Connect with us

Hola, qué estás buscando?

POLÍTICA

El nuevo Senado: Javier Milei aspira a duplicar su bloque y el kirchnerismo busca sostener la primera minoría

 

Con 24 bancas en disputa y ocho provincias en juego, La Libertad Avanza podría duplicar su representación, aunque dependerá de aliados para alcanzar el quorum.

 
Senado

Durante la noche de este domingo se conocerán los nombres de los 24 nuevos senadores que completarán la renovación de un tercio del cuerpo —72 bancas en total—, en una elección que involucra a Ciudad de Buenos Aires, Entre Ríos, Chaco, Río Negro, Neuquén, Santiago del Estero, Salta y Tierra del Fuego.

En el oficialismo ya hacen cuentas: La Libertad Avanza (LLA) podría duplicar su representación actual, pasando de siete a entre 14 y 15 legisladores. Un escenario óptimo la llevaría a 17, mientras que una mala elección la dejaría en torno a 11 o 13. En cualquier caso, necesitará más de 20 aliados para alcanzar el quorum de 37 bancas, o al menos 24 para el denominado “tercio bloqueador”, con capacidad de frenar proyectos de la oposición.

Las apuestas de cada distrito clave

En Salta, Chaco y Santiago del Estero, las proyecciones difieren entre el Senado y la Casa Rosada: el oficialismo confía en sumar dos bancas por la mayoría en los dos primeros, mientras que en el tercero espera arrebatar una al dominio del zamorismo. En el resto de las provincias, las previsiones coinciden: dos en Entre Ríos y la Ciudad de Buenos Aires, una en Neuquén y otra —o ninguna— en Río Negro.

El kirchnerismo, liderado en la Cámara alta por el formoseño José Mayans, también recalcula. Partía de un interbloque de 34 senadores y temía caer a 26, pero ahora proyecta conservar una base de 30 y, con una buena elección, llegar a 32. Ese número le permitiría mantener la primera minoría y conservar capacidad de negociación frente al oficialismo.

El tablero que Milei prevé hasta 2027

En la Casa Rosada, el objetivo es mostrar una Cámara alta con menor influencia de Cristina Kirchner, hoy con prisión domiciliaria, y un Senado más fragmentado. Aun así, el Ejecutivo sabe que los números no le alcanzarán para imponer su agenda sin acuerdos. “De mínima, hay que llamar a 30 ajenos para abrir una sesión”, reconocen en el entorno presidencial.

El oficialismo necesita el respaldo de los gobernadores aliados y de los espacios provinciales. Los misioneros, el peronismo disidente y los partidos locales —como Juntos Somos Río Negro— podrían ser piezas clave en la conformación de una nueva mayoría circunstancial.

Provincias Unidas, el “árbitro” del nuevo Senado

El mayor misterio es qué sucederá con Provincias Unidas, el bloque que agrupa a mandatarios provinciales y que aspira a consolidarse como fuerza intermedia. Hoy tiene cinco senadores, pero tras las elecciones su peso dependerá de si logra unificarse en una sola bancada o mantiene una estructura dispersa.

La dificultad es política: reunir bajo un mismo sello a dirigentes de orígenes diversos —radicales, peronistas no alineados y referentes locales—. Y evitar que el espacio se diluya en acuerdos particulares con el Gobierno. Algunos gobernadores ya anticiparon que preferirán mantener autonomía antes que integrarse en un interbloque.

El rol de la UCR y el PRO en la nueva etapa

La Unión Cívica Radical también atraviesa su propio dilema. Algunos de sus mandatarios respaldan al oficialismo en estas elecciones, lo que podría fragmentar su representación en el Senado. En tanto, el PRO llegaría con una reducción significativa y quedaría fuera de la discusión central, limitado a las provincias donde compite con listas propias.

El resultado final no definirá un equilibrio estable. El nuevo mapa del Senado se mantendrá en tensión permanente, con negociaciones cruzadas y bloques que podrán variar su composición según cada debate. La clave estará en si Milei logra convertir sus avances en poder parlamentario real o si el Congreso se convierte en su principal obstáculo hasta 2027.