La decisión de la Cámara Nacional Electoral (CNE) de postergar su fallo sobre la reimpresión de las boletas en la provincia de Buenos Aires desató malestar y resignación en La Libertad Avanza (LLA). En el oficialismo reconocen que la batalla está prácticamente perdida y que la permanencia del rostro de José Luis Espert, renunciado tras el escándalo por sus presuntos vínculos con un empresario condenado por narcotráfico, puede impactar negativamente en las urnas.
Aunque en la Casa Rosada celebraron la decisión que ubicó a Diego Santilli al tope de la lista de diputados nacionales en reemplazo de Espert, la dilación del fallo sobre la reimpresión dejó un sabor amargo. Los estrategas libertarios temen que el daño simbólico de la boleta con la foto del excandidato sea irreversible. “No creemos que vaya a salir”, admitió un asesor del Presidente con visible desánimo.
Temor al impacto electoral
El objetivo central del oficialismo para los comicios del 26 de octubre es achicar la diferencia de 13 puntos que separó a LLA de Fuerza Patria en la elección bonaerense del 7 de septiembre. Pero la polémica con Espert alteró los planes. La posibilidad de que su cara continúe en las boletas alimenta la preocupación de los armadores libertarios, que temen un golpe adicional en el distrito más poblado del país.
“Digamos que estamos preocupados, pero también expectantes y muy cautos”, reconocieron cerca de Karina Milei, responsable de la estructura partidaria en la provincia. En los pasillos libertarios se repite la frase que sintetiza el ánimo de campaña: “Si la Justicia no acompaña, no hay milagros”.
El fallo que demoró todo
El jueves, la Cámara Nacional Electoral decidió devolver la apelación presentada por LLA a la Junta Electoral bonaerense, al entender que era necesario consultar primero a los demás partidos políticos antes de tomar una decisión. Esa definición, interpretada como un paso puramente formal, dejó el proceso judicial en pausa y prácticamente cerró las posibilidades de modificar las boletas antes del 26 de octubre.
“Los tiempos de la Justicia no son los nuestros”, se lamentaron en la Casa Rosada. Aunque admiten que técnicamente aún sería posible la reimpresión, el calendario electoral ya juega en contra. El trámite judicial, advierten, consumirá días decisivos de la campaña.
Un escenario inédito e imprevisible
Mientras la CNE delibera si la figura del ex candidato debe mantenerse en la boleta pese a su renuncia, dentro de LLA hay división de opiniones. Algunos creen que el impacto será grave y difícil de revertir; otros prefieren no anticipar escenarios y aferrarse a la incertidumbre.
“Seguramente tenga un efecto, pero es imposible determinar cuánto, porque es totalmente inédito. Encima, con una boleta que se usa por primera vez en la historia de la provincia. Es la dimensión desconocida”, explicó uno de los estrategas de la campaña nacional.
Entre el optimismo de Santilli y el enojo libertario
El propio Santilli buscó desdramatizar la situación. “No me preocupa lo de las boletas. Tienen que ir a votar el casillero 1, lista violeta, para seguir con las transformaciones del Presidente”, expresó con confianza el dirigente del PRO, que tras el fallo de la CNE quedó confirmado como el primer candidato de la alianza con LLA en territorio bonaerense.
En el equipo libertario, sin embargo, la lectura es menos optimista. “Nos va a servir para los spots y la propaganda”, admitió un funcionario sobre la incorporación de Santilli, pero enseguida agregó. “Si no logramos borrar a Espert, el daño ya está hecho”.
El clima interno se mezcla entre la frustración y el enojo con el Poder Judicial. “Que no te dejen reimprimir cuando el tiempo lo permitía es muy polémico”, aseguró uno de los asesores más cercanos a la conducción libertaria. “Si la Justicia no nos habilita, van a faltar a la voluntad del pueblo. Claramente, la gente no va a poder elegir libremente si subsiste un candidato que en realidad no compite”.
