El estudio de MasterChef Celebrity ardía con una tensión tan densa que podía cortarse con un cuchillo. No era solo una gala más: frente a las cámaras de Telefe se encontraban Wanda Nara y Luis Ventura, dos figuras con historia compartida y heridas mediáticas que nunca terminaron de cicatrizar. Lo que prometía ser una simple competencia de cocina terminó convirtiéndose en un duelo televisivo que mezcló ironías, reproches y rating en alza.
La relación entre Wanda y Ventura no empezó entre hornallas, sino en las redacciones. Hace más de una década, el periodista fue uno de los primeros en darle visibilidad a la mediática. Pero el vínculo se resquebrajó cuando, al momento de mostrar al mundo a su primer hijo, Wanda eligió otra revista para la exclusiva. Desde entonces, la distancia fue pública, con declaraciones cruzadas, chicanas y silencios cargados de significado.
El cara a cara en MasterChef Celebrity
Y el reencuentro tenía que pasar en horario prime time. En la primera gala de eliminación del reality, el plato de la noche pasó a segundo plano cuando Germán Martitegui, con su clásica ironía, lanzó una pregunta filosa: “¿Qué injerencia tienen los comentarios de este jurado en las chances de este programa del Martín Fierro del año que viene?”
Ventura recogió el guante con la calma de quien ya jugó mil batallas: “En función del resultado de hoy, le veo grandes posibilidades.” La respuesta provocó carcajadas en el estudio, pero también reavivó viejas brasas. Wanda, sin filtros, retrucó: “Yo no supero el Martín Fierro de conductora que perdí.” Y Ventura, punzante como siempre, remató: “Bueno, andá con Verónica Lozano.”
El enfrentamiento fue oro puro para Telefe. La gala alcanzó picos de más de 17 puntos, superando los números de las noches anteriores y generando un verdadero fenómeno en redes sociales, donde los usuarios revivieron viejas tapas, frases icónicas y chismes del pasado.
El cierre fue a la altura del show: Wanda, con tono de maestra y sonrisa filosa, invitó a Ventura a mostrar su plato: “Llegó el momento del alumno más traga de todos, porque no abandona el primer lugar.” Y así, entre bromas y dardos disfrazados de humor, MasterChef Celebrity logró lo que pocos programas consiguen: convertir una simple cena en un capítulo inolvidable de la televisión argentina.
