Wanda Nara atraviesa un nuevo capítulo judicial vinculado a su faceta empresarial. El conflicto se centra, esta vez, en su marca de cosméticos, Wanda Cosmetics, lanzada en 2021, que ahora está en la mira por una denuncia por presunta “usurpación de marca”. Según el demandante, el nombre ya habría sido registrado por otra persona. El caso se presentó ante el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) y recién ahora recobra notoriedad, incluso en los medios de comunicación.
El denunciante, identificado como Ramiro Rubio, sostiene que había registrado la marca “Wanda Cosmetics” y “W Cosmetics” antes de que se estableciera el negocio del beauty y la marca de Wanda Nara. En este orden, el reclamante afirma haber iniciado el trámite en 2021, luego de un largo proceso previo desde 2016. Por otra parte, asegura contar con documentación y comprobantes de titularidad que respaldan su versión.
Así, Rubio detalla que su proyecto de cosméticos fue desarrollado junto a una expareja llamada Wanda, y que el registro de su marca fue autorizado por el INPI después de varios meses de espera. Afirma que, cuando intentó comercializar sus productos, detectó que los consumidores terminaban en la página de Wanda Nara. Según él, el poder mediático de la figura de televisión desplazó su negocio más modesto. Por esto reclama tanto el cese de uso como una compensación económica.
La cifra que figura en la demanda ronda los USD 350 000, monto que el denunciante considera proporcional y justo al daño causado. Esto incluye pérdidas de ventas, desvío de clientes y el impacto negativo en la reputación de su marca. También exige que se prohíba la utilización del nombre comercial o que se renegocie el acuerdo de explotación. Mientras tanto, desde el entorno de Nara niegan haber vulnerado derechos y sostienen que su marca está registrada debidamente.
Ahora bien, la abogada de Wanda Nara, Ana Rosenfeld, salió al cruce de las acusaciones: sostuvo que la empresaria es la vulnerada, y no la vulneradora. Según su versión, sería Rubio quien utilizó tipografías, bolsas y elementos muy similares a los de Wanda Cosmetics, con la intención de “aprovecharse” de un nombre reconocido. En ese marco, solicitaron el cese del uso indebido y afirman que esperarán la resolución de la justicia para definir los pasos a seguir.
Por ahora, el caso sigue su curso sin una sentencia definitiva, y ambos bandos aguardan que la causa se resuelva. Y Wanda Nara continúa con su labor en televisión y su marca online, mientras que el denunciante mantiene el reclamo y la exposición pública del conflicto.
