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POLÍTICA

En sintonía con Washington: Argentina votó en contra del levantamiento del embargo comercial sobre Cuba ante la ONU

 

La resolución obtuvo 165 votos positivos y 12 negativos, entre ellos Argentina, Israel, Estados Unidos y Ucrania, entre otros.

 
Argentina
Pablo Quirno jurará este martes como nuevo canciller tras la renuncia de Gerardo Werthein. Su gestión buscará fortalecer los lazos con Estados Unidos.

En el marco de un alineamiento total del gobierno de Javier Milei con la administración de Donald Trump, la Argentina votó en contra del levantamiento del embargo comercial de Estados Unidos sobre Cuba durante la sesión celebrada este miércoles en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU). La decisión marca un cambio histórico en la política exterior argentina y la ruptura del consenso latinoamericano que desde 1992 venía apoyando de manera unánime la resolución presentada cada año por la isla.

El texto, titulado «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba», fue aprobado por 165 países, mientras que siete votaron en contra (Argentina, Estados Unidos, Israel, Hungría, Macedonia del Norte, Paraguay y Ucrania) y 12 se abstuvieron. La cifra contrasta con la votación del año pasado, cuando 187 naciones apoyaron el levantamiento del embargo, con solo Estados Unidos e Israel en contra y Moldavia como única abstención.

El giro argentino confirma la nueva doctrina diplomática de Milei, basada en un alineamiento ideológico y estratégico con Washington y Tel Aviv, y refleja también la consolidación de su vínculo político con Trump, a quien visitó en la Casa Blanca el pasado 14 de octubre. La decisión se produce además tras el reciente nombramiento de Pablo Quirno como canciller, en reemplazo de Gerardo Werthein, y completa el viraje iniciado luego del despido de Diana Mondino en 2024, cuando la entonces ministra votó a favor de Cuba en esta misma instancia.

Más que un voto

Fuentes diplomáticas en Nueva York confirmaron que el embajador argentino ante la ONU, Francisco Tropepi, fue el encargado de emitir el voto negativo. “La instrucción llegó directamente de la Casa Rosada”, señalaron, subrayando que la orden fue mantener la misma posición que Washington.

Entre los países que acompañaron a Argentina se encuentran aliados directos de Trump, como el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el premier húngaro Viktor Orbán, además del presidente ucraniano Volodímir Zelensky, que busca asegurar respaldo financiero y militar de Estados Unidos, y el mandatario paraguayo Santiago Peña, cercano a los sectores republicanos norteamericanos.

El embargo contra Cuba, impuesto por Washington en 1960 y endurecido en 1962, ha sido condenado por la comunidad internacional durante más de tres décadas. Desde 1992, la Asamblea General de la ONU ha votado anualmente a favor de su levantamiento, considerando que viola los principios de igualdad soberana, no injerencia y libertad de comercio. El texto también rechaza los efectos extraterritoriales de la Ley Helms-Burton de 1996, que sanciona a empresas extranjeras que operen en la isla.

Pese a su carácter no vinculante, la resolución es considerada uno de los principales logros diplomáticos simbólicos del gobierno cubano, y su aprobación anual ratifica el aislamiento internacional de la política estadounidense hacia la isla. Sin embargo, este año, la decisión de Buenos Aires de acompañar el voto negativo de Washington rompe con más de tres décadas de tradición diplomática argentina, alterando los equilibrios regionales y evidenciando que la relación con Estados Unidos se ha convertido en la prioridad absoluta de la política exterior del gobierno libertario.