La gira europea bajo techo continúa dejando emociones para los tenistas argentinos. En el ATP 500 de Viena, Francisco Cerúndolo y Tomás Etcheverry lograron sendas victorias para meterse en la segunda ronda del certamen austríaco, mientras que Camilo Ugo Carabelli y Sebastián Báez no corrieron la misma suerte y se despidieron temprano de la competencia.
Etcheverry dio el primer paso con autoridad
El platense Tomás Etcheverry abrió la jornada con una sólida actuación ante el noruego Nicolai Budkov Kjaer (137°), al que derrotó por un contundente 6-3 y 6-3. El argentino dominó el encuentro desde el servicio, con seis aces y sin cometer dobles faltas. Con dos quiebres en el primer set y uno en el segundo, selló el triunfo en poco más de una hora de juego.
En la siguiente ronda, Etcheverry se medirá con el italiano Lorenzo Musetti, actual número 8 del ranking y cuarto favorito del torneo. Será la segunda vez que se enfrenten: el primer cruce fue este año en el Masters 1000 de Madrid, donde el europeo se impuso en sets corridos.
Cerúndolo, imparable en Viena
Más tarde, Francisco Cerúndolo, el mejor argentino del ranking (21° ATP), derrotó al estadounidense Alex Michelsen (34°) por 6-3 y 6-1, en apenas una hora y nueve minutos. El porteño tuvo un rendimiento brillante con su saque (80% de efectividad con el primer servicio), quebró cuatro veces al rival y no cedió su saque en ningún momento.
El kazajo Aleksandr Bublik (16°) será su próximo desafío. Cerúndolo ya lo venció este año en el Abierto de Australia, con un categórico 7-6 (1), 6-3 y 6-2.
Las derrotas de Báez y Ugo Carabelli
No todas fueron buenas noticias para la legión argentina. En el mismo torneo, Camilo Ugo Carabelli (50°) fue eliminado por el local Filip Misolic (95°) tras caer por 7-5 y 7-6 (6).
Mientras tanto, en Basilea (Suiza), Sebastián Báez volvió a sufrir una derrota que agrava su mal momento. El argentino perdió ante el estadounidense Reilly Opelka por 6-3 y 6-4, y acumula siete caídas en sus últimos diez partidos, con tres eliminaciones en primeras rondas consecutivas.
Desde su consagración en Río de Janeiro y las finales en Santiago de Chile y Bucarest, el tenista porteño entró en una racha negativa: apenas ganó cinco encuentros y perdió 17, sumando solo 215 puntos desde abril. Su caída en rendimiento preocupa de cara al cierre de la temporada.