La derrota por penales ante Independiente Rivadavia fue un golpe durísimo para River, que quedó afuera de la Copa Argentina y sumó otro traspié en una temporada irregular. Después del partido, Marcelo Gallardo decidió enfrentar los micrófonos, pero esta vez sin responder preguntas: dio un discurso cargado de autocrítica, emociones y una frase que encendió las alarmas sobre su futuro.
El Muñeco, visiblemente afectado, reconoció el mal momento futbolístico y no buscó excusas. “De acuerdo a los objetivos de este año, claramente no estuvimos a la altura. Nos ha costado muchísimo”, admitió, mientras asumía la frustración colectiva.
Gallardo hizo autocrítica y fue contundente
En un gesto poco habitual, el entrenador validó el descontento de los hinchas. “La gente tiene razón en manifestar su descontento. Hemos sido un equipo que no identificó a la gente, y eso es responsabilidad mía. No estuvimos a la altura en los partidos decisivos”, expresó con total crudeza.
El momento más fuerte llegó cuando vinculó este cierre deportivo con su contrato, que finaliza en diciembre. “Analizaremos al final de la temporada, donde faltan pocos días, y después haremos un análisis de cómo seguimos, porque claramente los objetivos no se han cumplido”, dijo, dejando abierta la puerta a una posible salida.
“Este momento no es para cualquiera”
Gallardo no esquivó el estado anímico del plantel y fue tajante al describir el contexto. “No queda otra que aceptar y abrazar este momento de mierda. Te tenés que hacer cargo, no te podés desprender. Este momento no es para cualquiera: los hombres se destacan por la adversidad”, lanzó, en un mensaje directo al vestuario.
Antes de despedirse, advirtió sobre lo que se viene: “Es un momento de crítica y maldad en la opinión, todo eso va a suceder y hay que hacerse cargo. Veremos quiénes están preparados para sostener esto”, sentenció. Y cerró con una frase final que sonó a advertencia y a despedida a la vez: “El intento de mi parte será tener la emoción controlada, porque si las tenés flojas de papeles, estás terminado. Buenas noches.”
El ídolo más ganador de la historia de River dejó en el aire la incertidumbre. Por ahora, su continuidad se decidirá cuando termine la temporada, pero la sensación es que el ciclo podría estar escribiendo sus últimas páginas.La derrota por penales ante Independiente Rivadavia fue un golpe durísimo para River, que quedó afuera de la Copa Argentina y sumó otro traspié en una temporada irregular. Después del partido, Marcelo Gallardo decidió enfrentar los micrófonos, pero esta vez sin responder preguntas: dio un discurso cargado de autocrítica, emociones y una frase que encendió las alarmas sobre su futuro.
El Muñeco, visiblemente afectado, reconoció el mal momento futbolístico y no buscó excusas. “De acuerdo a los objetivos de este año, claramente no estuvimos a la altura. Nos ha costado muchísimo”, admitió, mientras asumía la frustración colectiva.
Gallardo hizo autocrítica y fue contundente
En un gesto poco habitual, el entrenador validó el descontento de los hinchas. “La gente tiene razón en manifestar su descontento. Hemos sido un equipo que no identificó a la gente, y eso es responsabilidad mía. No estuvimos a la altura en los partidos decisivos”, expresó con total crudeza.
El momento más fuerte llegó cuando vinculó este cierre deportivo con su contrato, que finaliza en diciembre. “Analizaremos al final de la temporada, donde faltan pocos días, y después haremos un análisis de cómo seguimos, porque claramente los objetivos no se han cumplido”, dijo, dejando abierta la puerta a una posible salida.
“Este momento no es para cualquiera”
Gallardo no esquivó el estado anímico del plantel y fue tajante al describir el contexto. “No queda otra que aceptar y abrazar este momento de mierda. Te tenés que hacer cargo, no te podés desprender. Este momento no es para cualquiera: los hombres se destacan por la adversidad”, lanzó, en un mensaje directo al vestuario.
Antes de despedirse, advirtió sobre lo que se viene: “Es un momento de crítica y maldad en la opinión, todo eso va a suceder y hay que hacerse cargo. Veremos quiénes están preparados para sostener esto”, sentenció. Y cerró con una frase final que sonó a advertencia y a despedida a la vez: “El intento de mi parte será tener la emoción controlada, porque si las tenés flojas de papeles, estás terminado. Buenas noches.”
El ídolo más ganador de la historia de River dejó en el aire la incertidumbre. Por ahora, su continuidad se decidirá cuando termine la temporada, pero la sensación es que el ciclo podría estar escribiendo sus últimas páginas.
