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ESPECTÁCULO

«Fue muy…»: El enérgico respaldo de Pablo Echarri y sus compañeros de teatro a Osqui Guzmán

 

El actor se refirió al apoyo que le ofrecieron los integrantes del elenco de la obra teatral Druk.

 
Osqui Guzmán

Osqui Guzmán se volvió viral en los últimos tiempos luego de contar que vivió un episodio de abuso de autoridad por parte de una oficial de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires en el subte. Las reacciones a este hecho no se hicieron esperar, y el actor recibió un contundente apoyo de gran parte de la comunidad artística, incluidos Pablo Echarri y sus demás compañeros de elenco en el teatro.

En una entrevista con Karim González en el programa radial Sola en los bares (Conexión abierta), el intérprete se refirió al caso y valoró el respaldo recibido. «Me costó… Estuve dos noches sin dormir, todo el día pensando qué hacer con esto que me venía a la cabeza», admitió Guzmán. «Te va martillando la autoestima, te hace sentir que te equivocaste. Pero ahí me puse en el orden de la dignidad«, agregó el intérprete.

«Mantener el equilibrio es fundamental, sobre todo en estas épocas donde se derrama tanta violencia. Si la autoridad se maneja con autoritarismo, ya pierde toda autoridad«, señaló Osqui Guzmán, quien dejó una definición sobre los valores humanos: «El orgullo es no agachar la cabeza ante nadie, pero la dignidad es también no hacer que el otro la agache ante vos«.

Osqui Guzmán y la importancia de sus compañeros de teatro

Una cuestión fundamental para que Osqui Guzmán pudiera atravesar el duro momento que le tocó vivir fue el acompañamiento de Pablo Echarri, Juan Gil Navaro y Carlos Portaluppi, sus compañero de elenco de la obra de teatro Druk. «Al día siguiente tenía función. Los reuní a todos en el camarín y les conté. Nos abrazamos, nos emocionamos, nos hermanamos en el dolor. Fue muy fuerte«, relató el artista.

Asimismo, Osqui contó el problema de salud que desencadenó el episodio y cómo pudo superarlo: «Esa noche no dormí, lloré, y al otro día fui al hospital. Tenía la mitad de la cara inflamada. Temía por mi trabajo, por mi hija… Pero después de contarlo, fue un alivio. Entendí que lo que es vergüenza no es contar, es callar».