La tensión en River va en aumento después de la derrota 2 a 1 frente a Rosario Central. El equipo de Marcelo Gallardo volvió a sufrir una expulsión que condicionó el partido y, tras el pitazo final, el entrenador decidió no callar más. Sin dar vueltas, se le plantó a uno de los pesos pesados del plantel y le pidió que empiece a cambiar su forma de reaccionar dentro del campo.
El problema no es nuevo. En lo que va del año, River ya acumula 10 tarjetas rojas, una cifra alarmante que preocupa al cuerpo técnico. Gallardo, cansado de ver cómo su equipo se complica solo, hizo un llamado de atención general en conferencia de prensa, pero terminó apuntando directamente a Marcos Acuña, uno de los futbolistas más temperamentales del grupo.
“Tiene que entender que en el fútbol argentino lo van a buscar”
Sin nombrarlo al principio, el Muñeco fue contundente al hablar del tema. “Es un jugador con experiencia y con mucho recorrido. También puede sufrir estas consecuencias. Tiene que entender que en el fútbol argentino estas cosas pasan, lo van a buscar, y debe aprender a medirse”, expresó Gallardo ante los medios, en una clara referencia al Huevo Acuña, que viene siendo protagonista en varios cruces calientes.
El DT reconoció que ha hablado con el campeón del mundo en reiteradas ocasiones, pero le pidió que empiece a demostrar su jerarquía desde otro lugar. “Hablo con él, sí. Pero ya tiene recorrido”, agregó, dejando entrever que el tema ya se habló puertas adentro y que ahora la responsabilidad recae enteramente en el jugador.
Gallardo exige inteligencia y menos expulsiones
Más allá del caso particular, el entrenador de River insistió en que el equipo necesita más inteligencia emocional para afrontar los partidos. “Jugar con diez es difícil en cualquier parte del mundo. Tenemos que ser más inteligentes porque nos viene pasando seguido”, había declarado ya tras la caída en Rosario.
Gallardo sabe que Acuña es uno de los puntos más altos del equipo y que su temperamento puede ser un arma de doble filo. Su liderazgo es clave, pero el DT no quiere que eso se traduzca en sanciones que perjudiquen al grupo. Con el cierre del año a la vista, el mensaje fue claro: River necesita calma para competir y evitar que la impulsividad le vuelva a costar puntos importantes en el Torneo Clausura.