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POLÍTICA

Guillermo Francos y la trama China: inquietud en Washington por los vínculos económicos

 

La administración norteamericana, en plena negociación con el gobierno de Javier Milei, expresó su preocupación por la frecuencia de estos contactos.

 
Guillermo Francos
Guillermo Francos alertó en un tuit: “No vamos a permitir maniobras para desestabilizar al país” y pidió investigar audios antes de las elecciones.

La intensa agenda del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, con diplomáticos y empresarios de China encendió las alarmas en Estados Unidos, en un contexto de competencia geopolítica global. Según reveló Infobae, la administración norteamericana, en plena negociación con el gobierno de Javier Milei, expresó su preocupación por la frecuencia de estos contactos que, según fuentes del entorno de Donald Trump, podrían contradecir la línea de alineamiento occidental promovida desde Washington.

Durante los últimos meses, Francos mantuvo cerca de 50 reuniones con representantes chinos, entre ellos altos ejecutivos de empresas estratégicas como China Gezhouba Group y Ganfeng Lithium, ambas con fuerte presencia en sectores clave de la economía argentina: la infraestructura y los minerales críticos. En los círculos diplomáticos, esta sucesión de encuentros no pasó inadvertida y comienza a interpretarse como una señal ambigua en la política exterior del país.

De acuerdo con los registros oficiales, los encuentros se intensificaron entre octubre de 2024 y julio de 2025, destacándose la presencia constante del embajador Wang Wei y de directivos empresariales de alto nivel. En ese sentido, para analistas internacionales y referentes del trumpismo, la frecuencia y el perfil de las visitas difícilmente puedan considerarse una mera casualidad.

Bajo ese marco, la inquietud de Washington no se limita al registro de reuniones, sino al mensaje político que transmiten. La Casa Blanca observa con atención cómo el pragmatismo económico del gobierno argentino podría estar abriendo espacio a un mayor protagonismo de Beijing, justo cuando Milei busca consolidar un vínculo preferencial con Estados Unidos.

La doble presión: inversión china y alineamiento occidental

En este tablero geopolítico, Francos se encuentra en el centro de una tensión creciente. Por un lado, la necesidad de atraer inversiones chinas para sostener proyectos de infraestructura y energía. Por otro, el objetivo político de no alterar el delicado equilibrio con Washington, que representa un socio clave en materia económica y financiera.

Las reuniones con la empresa China Gezhouba Group reflejan ese dilema. La compañía, históricamente vinculada a la construcción de represas en la Patagonia, busca reactivar obras estratégicas y consolidar su participación en proyectos hidroeléctricos. A la par, Ganfeng Lithium, principal productor de litio de China, refuerza su expansión en el Triángulo del Litio (Salta y Jujuy), con inversiones que superan los 2.000 millones de dólares.

La combinación de estos intereses coloca a la Argentina en una posición compleja: potenciar su desarrollo económico sin romper los equilibrios diplomáticos. En ese contexto, el tema China fue eje de conversación en el reciente encuentro entre Milei y Trump. Allí, según trascendió, no se pidió anular el swap de divisas con Beijing, pero sí se trazó una “línea roja” en materia de cooperación militar.

Preocupación en los círculos políticos

La inquietud no solo se percibe en el plano internacional. En Buenos Aires, el “factor China” también domina la agenda política local. El consultor estadounidense Barry Bennett, asesor cercano al trumpismo, mantuvo reuniones con dirigentes oficialistas y opositores. Entre ellos, Santiago Caputo, Cristian Ritondo y Miguel Ángel Pichetto. Allí reiteró la preocupación por la cercanía del gobierno argentino con Beijing.