El enfrentamiento mediático entre Mauro Icardi y Wanda Nara volvió a encender los titulares de la prensa de la farándula tras un reclamo millonario que protagoniza el futbolista. Según se informó, habría solicitado una multa que supera los 800 millones de pesos por supuestas infracciones en la exposición pública de sus hijas Isabela y Francesca.
El conflicto se originó luego de que se advirtiera una vulneración del pacto de privacidad que regía alrededor del vínculo familiar, específicamente en lo que refiere a la aparición de las menores en redes sociales y medios de comunicación. En la denuncia, Mauro Icardi exige que Wanda Nara se abstenga de permitir que su actual pareja, Martín Migueles tenga contacto físico con las niñas, según informó Gustavo Méndez en Mujeres Argentinas.
La abogada que representa el reclamo, Lara Piro mencionó que la sanción efectiva rondaría los 470 millones de pesos, pero con proyecciones que podrían llevarla a más de 800. Estos montos no están destinados directamente a Icardi, sino a instituciones como el Hospital Garrahan y el Hospital Gutiérrez, lo que añade otra dimensión al conflicto.
En los documentos presentados, se detallan cláusulas que implican la suspensión del ejercicio del cuidado personal sobre las hijas si se incumplen los términos. Uno de los puntos más controvertidos apunta al uso de redes sociales por parte de Wanda Nara donde aparezcan las menores, lo que figura como motivo de la sanción solicitada.
Más allá del reclamo económico, el caso expone un enfrentamiento más profundo sobre quién tiene la potestad de gestionar la exposición mediática de los niños y bajo qué condiciones. Icardi sostiene que es necesario prevenir situaciones como el contacto físico no consentido o la publicación de imágenes sin acuerdo previo.
Claramente, este nuevo capítulo del litigio personal y mediático entre Mauro Icardi y Wanda Nara se articula a partir de dinero, reputación y reglas de privacidad. Mientras las partes siguen adelante con los mecanismos judiciales, la cobertura pública del asunto no parece dar tregua.

