El presidente Javier Milei en entrevista con Radio Mitre, aseguró que esperaba la inestabilidad del tipo de cambio y atribuyó la situación a la oposición “destructiva del kirchnerismo”. Aseguró que el país debe atravesar el año electoral, calificándolo como “un infierno”, y confirmó que está cerrando un acuerdo con Estados Unidos para respaldar la economía.
Año electoral y medidas económicas
Javier Milei calificó de “pirotecnia electoral” las críticas de la oposición y sostuvo que buscan exagerar diferencias. “Hay que pasar este año electoral, que es un infierno”, afirmó. El mandatario destacó que trabaja con gobernadores para preparar reformas estructurales desde el 11 de diciembre, especialmente la tributaria y la laboral.
El jefe de Estado también defendió la gestión de reservas y negó que el Gobierno haya “quemado” dólares. “Compramos 25 mil millones de dólares”, precisó. Agregó que mantiene diálogo con Mauricio Macri para consolidar la gobernabilidad y facilitar acuerdos en reformas clave.
Alivio financiero y acuerdo con EE.?UU.
Javier Milei explicó que el acuerdo con Estados Unidos incluye tres bloques: swap, recompra de deuda y posible compra de bonos en el mercado primario. Señaló que el equipo económico preparó un escenario pesimista y, ante la falta de financiamiento, buscó alternativas con el Tesoro estadounidense.
El Presidente destacó la participación de Scott Bessent y Kristalina Georgieva en las negociaciones. “Si tengo que dar la camiseta de Messi a alguien, se la doy a Bessent. Georgieva sabe pivotar entre economía y política”, comentó. Añadió que los préstamos se usaron para pagar deuda del Tesoro con el BCRA, reduciendo el impuesto inflacionario sobre los argentinos.
Milei agregó que la inflación sigue una tendencia a la baja gracias a estas decisiones y criticó los años de manejo populista de reservas durante gobiernos kirchneristas. “Recibimos un país subdesarrollado y con problemas históricos. Esto no se resuelve de la noche a la mañana”, expresó.
Proyecciones y expectativas
El Presidente sostuvo que, si bien la situación social es crítica —31% de pobres—, la política económica apunta a resultados de largo plazo. “Si seguimos así, en 10 años seremos como España; en 20, como Alemania; en 30, como Estados Unidos”, aseguró, defendiendo su plan de reformas y acuerdos internacionales.