El calendario de la ATP podría sufrir un cambio drástico en los próximos años, y la medida encendió las alarmas en toda Sudamérica. Desde hace tiempo, los jugadores vienen manifestando su malestar por la sobrecarga del circuito, con más torneos extendidos y menos descanso, pero ahora se suma un nuevo factor: la expansión del tenis hacia Arabia Saudita.
A partir de 2028, el país asiático tendrá su propio Masters 1000, que se sumará al circuito con una duración de una semana. Si bien no será de participación obligatoria, los premios millonarios que ofrecerá hacen prever que pocos tenistas querrán ausentarse. Sin embargo, la ubicación del torneo en el calendario podría tener un impacto directo sobre la tradicional gira sudamericana de polvo de ladrillo.
Arabia Saudita y la posible “competencia directa” con Sudamérica
En diálogo con The National News, el presidente de la ATP, Andrea Gaudenzi, adelantó el plan de la organización: “Nuestro objetivo es que en febrero convivan dos giras: una en Oriente Medio, con el nuevo Masters 1000, y otra en Sudamérica. Necesitamos tiempo para estudiar cuál es la manera ideal de proceder”.
Esta decisión no pasó desapercibida. Si finalmente se confirma que la gira de Medio Oriente se desarrollará en paralelo a la de Sudamérica —con el Masters 1000 saudí y dos ATP 500 en Doha y Dubái—, muchos temen que los torneos del sur del continente queden relegados. En particular, el ATP de Buenos Aires, el ATP 500 de Río de Janeiro y el ATP de Santiago, que podrían perder a sus principales figuras.
La situación preocupa porque Sudamérica, además de ser una región con fuerte tradición en polvo de ladrillo, cuenta con una de las aficiones más apasionadas del circuito. Una superposición de fechas podría reducir drásticamente el nivel de los cuadros y afectar la economía de estos torneos.
El ATP de Buenos Aires, entre la historia y la resistencia
El ATP de Buenos Aires, que se disputa desde 1921, ya sabe lo que es competir contra eventos de mayor categoría. Desde 2026, el certamen argentino coincidirá en calendario con los ATP 500 de Dallas y Róterdam, dos competencias con presupuestos superiores y atractivos para los jugadores europeos y norteamericanos.
Aun así, los organizadores del torneo porteño confirmaron que seguirán apostando por un cuadro competitivo, con nombres como Lorenzo Musetti, Matteo Berrettini, Francisco Cerúndolo, Joao Fonseca y Gael Monfils entre los participantes confirmados para la próxima edición.
El futuro del tenis sudamericano dependerá de cómo la ATP reorganice el calendario y de si logra equilibrar la expansión global sin dejar atrás a una de las regiones más históricas y fieles del circuito.
