El 12 de septiembre, la vida de Thiago Medina cambió para siempre. Aquel día, el ex Gran Hermano sufrió un grave accidente que casi le cuesta la vida cuando iba rumbo a encontrarse con Daniela Celis. Aunque estaban separados, había algo que seguía uniéndolos de manera indestructible: sus hijas gemelas, Laia y Aimé. Desde entonces, su historia se transformó en una verdadera prueba de amor, fe y resiliencia.
El accidente de Thiago Medina
Ni bien recibió el llamado del hospital Mariano y Luciano de la Vega de Moreno, Daniela no dudó un segundo. Dejó todo de lado y se puso al frente del difícil momento que atravesaba su expareja. “Solo pido luz y amor, les daré prontas noticias”, escribió en su primer posteo, mientras Thiago permanecía en quirófano. Desde ese instante, sus redes se convirtieron en el puente entre la angustia y la esperanza: fueron el canal de oración, contención y fuerza colectiva que acompañó al joven en su lucha por sobrevivir.
A medida que pasaban los días, la fe se volvió el motor de todos. Daniela pedía cadenas de oración y energía positiva, y hasta se sumó a la Peregrinación a Luján para pedir por la salud del papá de sus hijas. “Es fundamental y muy importante. Las hijas de él y toda su familia se lo agradecerán”, decía entre lágrimas frente a las cámaras.
Contra todos los pronósticos, el milagro llegó. Tres semanas después del accidente, Thiago salió de terapia intensiva. “Los milagros existen, solo tienen que creer”, escribió Daniela emocionada, al contar que el joven había podido tener su primera videollamada con las nenas.
El reencuentro fue tan esperado como conmovedor. Días después, ya con el alta médica, Thiago volvió a su casa y recibió a Laia y Aimé con un abrazo que paralizó las redes: las pequeñas corrieron hacia él entre gritos y sonrisas, sellando el cierre de un mes de angustia.
Hoy, mientras el joven continúa su recuperación junto a Daniela, el vínculo entre ambos se fortalece desde otro lugar. Algunos allegados, como Romina Uhrig y Nacho Castañares, hablaron de una posible reconciliación, aunque Thiago lo negó. Por ahora, no hay planes de boda, pero sí una certeza: la familia que formaron juntos sobrevivió a la tormenta, unida por el amor y la fe.