Connect with us

Hola, qué estás buscando?

LOTERIAS

La evolución del juego de dados a lo largo de la historia

 

Un elemento tan cotidiano que resulta una constante hasta en los juegos de mesa tiene un origen tan antiguo como interesante.

 
Casinos

El juego de dados, aunque es un clásico de los casinos modernos, tiene raíces milenarias. El uso más antiguo conocido de los dados se remonta a la antigua Mesopotamia, Egipto y China. Estos dados se elaboraban con huesos de animales, marfil y piedra, y se utilizaban para la adivinación y los juegos de azar. En estas sociedades primitivas, los dados solían servir para predecir el futuro y su uso en rituales de juego se popularizó.

Los romanos y los griegos perfeccionaron aún más los juegos de dados, que solían utilizarse para apostar en espacios públicos. Los descubrimientos arqueológicos de estas civilizaciones indican que el concepto de apostar sobre los resultados de los dados estaba muy extendido, y los juegos de azar se convirtieron en parte integral de la vida social.

El juego Hazard, ancestro directo de los dados, surgió en la Francia medieval en el siglo XIV. Era popular entre la nobleza francesa y su nombre deriva de la palabra francesa para «peligro«, lo que refleja su naturaleza arriesgada. Habitualmente, dos jugadores apostaban al resultado de las tiradas de dados.

Su popularidad se extendió a Inglaterra y, con el tiempo, a toda Europa, donde se convirtió en un pilar del mundo del juego. Para el siglo XVII, el Hazard se había vuelto tan popular que llegó a las colonias americanas. Las primeras versiones del Hazard eran más complejas y ofrecían una amplia gama de resultados posibles, pero a medida que el juego se expandía, se fue simplificando, especialmente al llegar a América.

La revolución de los dados en el siglo XIX

A principios del siglo XIX, el Hazard evolucionó hasta convertirse en el juego que hoy se conoce como craps. Los soldados estadounidenses estacionados en Nueva Orleans a principios del siglo XIX modificaron el juego. Su intención era hacerlo más accesible a un grupo más amplio de jugadores. El juego de dados pasó a conocerse como «craps», una corrupción del término «crapaud», la palabra francesa para «sapo». Se cree que este nombre aludía a la posición que adoptaban algunos jugadores al lanzar los dados.

El juego se popularizó rápidamente, sobre todo en Nueva Orleans. Para cuando Nevada legalizó el juego en 1931, el juego de dados ya se había consolidado como uno de los principales de la emergente industria de los casinos. Fueron los dados los que ayudaron a transformar Las Vegas en un importante centro de apuestas, llegando a estar disponible en casi todos los casinos para la década de 1940.