Matías Alé abrió su corazón y habló sin filtros sobre el período más complicado de su vida, vinculado al consumo excesivo de marihuana. En una entrevista con Toti Pasman en Carnaval Stream, el actor y humorista recordó las internaciones, la medicación y los episodios de delirios que atravesó. Además dejó en evidencia un mensaje preventivo sobre los riesgos de ciertas sustancias.
El duro recuerdo de Matías Alé
“Me internaron dos veces, después me medicaron hasta que hace un año y medio me di cuenta de que tomaba siete pastillas por día”, relató Alé. Según explicó, en 2015 comenzó a fumar marihuana de manera intensa. El THC le generó efectos devastadores en la mente: “Fumaba, sentía que era Dios y que la radio me hablaba. Dejaba de fumar y se me iba, pero me pasé de rosca. Mi cabeza se iba y creí que era Dios. No había forma de volver atrás, entonces ya fumaba buscando esa historieta”.
El actor subrayó que estos episodios lo llevaron a estar internado en neuropsiquiátricos y a depender de medicación diaria. “A mí me hizo mal la marihuana. Me internaron dos veces, después me medicaron… Me di cuenta que tomaba siete pastillas por día”,dijo. Además, explicó cómo esta experiencia afectó su desempeño profesional. “Me veía lento en Polémica en el bar, no tenía brillo en los ojos, no era yo. Pero nadie me pateó en el piso, siempre hubo contención”.
Alé también reflexionó sobre la soledad que vivió durante su internación: “Cuando estaba en el neuropsiquiátrico, mi vieja era la única que me llevaba una bebida isotónica y un postrecito a las tres de la mañana. Entonces, ¿qué me van a venir a correr? La gente no sabe lo que es pasar por algo así”.
A pesar de las dificultades, el actor destacó la importancia de los vínculos y la resiliencia: “Yo me podría haber quedado en la oscuridad, pero hay personas que te acompañan y te permiten reconstruirte. Para que sepan que se puede salir, que se puede vivir sin fumar más… que se puede hacer un montón de cosas”.
Hoy, Matías Alé atraviesa un momento personal positivo: se prepara para su próxima temporada teatral y, además, está a pocos días de casarse con la joven Martina Vignolo en Mar del Plata. Su testimonio, crudo y sincero, no solo revela los límites a los que lo llevó el consumo de drogas, sino que también funciona como un mensaje esperanzador para quienes atraviesan situaciones similares: “No estoy bajando línea, hagan lo que quieran, cada uno con su… pero sepan que hay personas a las que no les hace bien y que hay vida después de la oscuridad”.