La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) debatirá esta semana una nueva resolución que exige el fin del embargo económico y comercial impuesto por Estados Unidos sobre Cuba, una medida que se mantiene desde 1960 y que, desde 1962, se aplica en forma plena. Esta será la primera actividad de Pablo Quirno como canciller en un evento fundamental, ya que es el mismo que le costó el cargo a Diana Mondino.
El Gobierno argentino confirmó que votará alineado con la posición norteamericana, marcando un cambio histórico en la política exterior del país. Si no ocurre ningún hecho extraordinario, la delegación argentina en Nueva York rechazará la resolución que pide el levantamiento del bloqueo, acompañando el voto de los Estados Unidos e Israel, los dos países que tradicionalmente se oponen al texto.
La votación, que se realiza cada año desde 1992, ha tenido siempre un resultado casi unánime: más de 180 naciones apoyan el fin del embargo, mientras apenas un puñado de países se abstiene o vota en contra. Desde el retorno de la democracia, la Argentina había mantenido una postura firme contra las sanciones, bajo los principios de no injerencia, respeto a la soberanía e integridad territorial, además de contar con el apoyo cubano en foros internacionales respecto al reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas.
Esa política se quebrará ahora por primera vez en más de tres décadas. La decisión de acompañar a Washington ratifica el giro diplomático de la administración de Javier Milei, que prioriza el vínculo con los Estados Unidos como eje central de su estrategia internacional. Fuentes de Cancillería confirmaron a TN que la orden llegó directamente desde la Casa Rosada y que Pablo Quirno cumplirá con lo pedido por el jefe de Estado.
El antecedente de Diana Mondino
La cuestión del embargo ya había generado una fuerte interna dentro del Gobierno el año pasado. En 2024, la entonces canciller Diana Mondino permitió que la representación argentina ante la ONU mantuviera la postura tradicional del país y votara a favor de levantar las sanciones. La decisión provocó la furia de Milei y derivó en su desplazamiento del cargo, que ocupó luego Gerardo Werthein.
El cambio de mando en el Palacio San Martín ahora se completa con Quirno, que asume con el mandato explícito de alinear la política exterior argentina con la administración de Donald Trump.
